09 de octubre del 2023
Génesis 29:31-30:2
FUERA DE CONTROL
“Pero Jacob se enojó con ella y le dijo: ¿Acaso soy Dios? Él es quien no te deja tener hijos”.Génesis 30:2
A veces Dios nos doblega al ponernos en situaciones fuera de nuestro control. Para Jacob, esta capitulación comenzó en su propia familia. Su tío lo engañó para que se casara con Lea, a quien no amaba, creando una rivalidad con Raquel a quien sí amaba. Esta rivalidad se hizo sentir con más fuerza cuando Lea comenzó a tener hijos. Saberse infértil va a ser motivo de mucho dolor para Raquel, y, no es de extrañar que reaccione con envidia y amargura. Jacob tiene razón al afirmar que está más allá de su capacidad aliviar el dolor de Raquel, pero ¿por qué tiene que enojarse tanto? Como muchos de nosotros, Jacob está acostumbrado a apoyarse en su propia capacidad para resolver los problemas. Pero su incapacidad para ayudar a Rachel lo frustra y lo lleva a confundir y lastimar a las personas que lo rodean. La confianza en nuestras propias habilidades a menudo hace eso. Pero Jacob dice algo que es más profundo de lo que él imagina: “¿Acaso soy Dios?”. Aunque él no capta esta verdad del todo, es cada vez más evidente que se ha dado cuenta de algo: él no es Dios. La vida está más allá de su control. Cuando nos encontramos en situaciones fuera de nuestro control, podemos llegar a frustrarnos y frustrar a los demás. O podemos admitir que no somos Dios, y, de ese modo, comenzar a abrazar su bondadoso cuidado por nosotros.
Dios todopoderoso, tú eres la fuente de todo bien. Confesamos nuestra tendencia a tomar las cosas en nuestras propias manos, y te pedimos que nos enseñes a depender solo de ti. En Jesús, Amén.
Jacob es uno de mis personajes favoritos de la Biblia. Pero no creo que me hubiera gustado tanto si lo hubiese conocido al principio de su vida. Era astuto, manipulador y hábil. Actuaba por interés propio y no pensaba mucho en los demás. Pero Dios lo amaba, y el libro de Génesis muestra cómo Dios persiguió y ablandó el corazón de Jacob hasta que finalmente comprendió que la bendición de Dios viene sólo por gracia. Esa verdad cambió la actitud de Jacob hacia Dios y hacia los demás. Y esa es una lección que todos necesitamos aprender. Puede que nuestros desafíos y pecados no sean los mismos que los de Jacob, pero necesitan de igual manera el poder transformador de Cristo. Todos necesitamos profundamente la seguridad de que Dios nos salvará. Y por su gracia, todos los que creen en Jesucristo, el Hijo de Dios, como Salvador, serán transformados para disfrutar de una vida plena con él para siempre.
Joel Vande Werken
Joel Vande Werken ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, Nueva Jersey, y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.