Génesis 30:25-43
ASUNTOS DE NEGOCIOS
“Los animales más flacos eran para Labán, y los más gordos eran para Jacob”.Génesis 30:42
¿Ha visto esos carteles o anuncios que prometen buenos salarios por trabajar desde casa? Anuncios como éstos suelen ser atractivos porque a mucha gente le agradan las formas fáciles de generar ingresos. En el caso de Jacob, la oportunidad de hacer un buen negocio se presenta cuando su suegro Labán le pide que se quede más tiempo para trabajar con él. Hasta ahora, el trabajo de Jacob ha enriquecido a su suegro, y él necesita hacer su propio patrimonio con una familia que sigue creciendo.
A Jacob se le ocurre una forma astuta de calcular su salario. Le pide a Labán las ovejas que se pensaba eran las más pequeñas y débiles pues ha ideado una forma de levantar una manada más grande y fuerte a través de prácticas de cría inusuales. Aunque Jacob demuestra una ética de trabajo diligente, su historia también revela la tensión de muchos creyentes que persiguen el éxito según los estándares mundanos.
Aunque Jacob reconoce que la bendición viene como un regalo de Dios (v. 30), su comportamiento sugiere que él cree que puede manipular esa bendición. Esa no es la forma en que Dios nos bendice. Como hijos suyos gozamos de su favor inmerecido en Cristo, y, por eso, debemos hacer nuestro trabajo para “el Señor y no para los hombres” (Colosenses 3:23-24). Que la obra terminada de Jesús le inspire a servir fielmente a Dios y a los demás en esta semana.
Señor, has provisto todo lo que necesitamos para la vida y la salvación. Ayúdanos a descansar en tu gracia mientras te servimos a ti y a los demás. En Cristo, Amén.