Génesis 46:1-7, 28-30
UN VIAJE MÁS
“No tengas miedo de ir a Egipto, porque allí haré de tus descendientes una gran nación”.Génesis 46:3
Jacob se prepara para un viaje más, solo que ahora lo hace a una edad avanzada. De joven, él había huido de su tierra natal lleno de temor; ahora se va con la esperanza de un feliz reencuentro con un hijo, a quien creía muerto. Pero este viaje significa dejar la tierra que Dios le ha prometido (Génesis 35:12). El destino es Egipto, un lugar en el que su padre y su abuelo enfrentaron peligros (Génesis 12:10-20; 26:2). ¿Cómo encaja en los planes de Dios para su vida este inesperado giro en los acontecimientos?
Vale la pena notar que Jacob comienza este viaje con adoración, porque incluso si un plan nos parece atractivo, no tendrá éxito si no honra a Dios. Aunque su propio hijo lo había invitado a venir y quedarse en Egipto, Jacob seguramente también sabía de la advertencia de Dios de que sus descendientes serían maltratados en una tierra extranjera (Génesis 15:13). Por esta razón, tener la confirmación de Dios es vital para su viaje.
Tal vez parezca que Dios te ha puesto en un viaje que no esperabas: una nueva carrera, un nuevo hogar, una situación desafiante que pone a prueba tu fe. Haz tuyas las palabras que Dios le dijo a Jacob: “Iré contigo”. No podemos esperar menos del Dios que vivió entre nosotros en la persona de su Hijo (Juan 1:14). Él redimirá y bendecirá incluso los viajes inesperados de todos los que confían en él.
Señor, danos sabiduría para discernir tu dirección en nuestros caminos, y danos valor para saber que siempre estás con nosotros, a través de Jesús, nuestro Salvador. Amén.