Génesis 43:15-16; 45:1-7, 16-28
ESPERANDO CON PACIENCIA
“Entonces dijo: ¡Me basta saber que mi hijo José vive todavía! Iré a verlo antes de morir”.Génesis 45:28
Jacob había enviado a sus hijos a Egipto con mucho temor. Saberse heredero de la bendición de Dios, no eliminaba el peso del dolor y la pérdida que se había acumulado en su vida. ¿Se imagina cómo pasó Jacob los días en que sus hijos estaban ausentes? Fueron seguramente largos días de preocupación y oración. Y aunque la Biblia nos cuenta la notable historia de la reunión y reconciliación de los hermanos con José (Génesis 43:15-45:15), su padre no supo nada de eso hasta su regreso.
Esperar es a veces una parte clave de la obra de Dios en nosotros. Y cuando al fin podemos ver el cuadro completo, qué maravilloso es saber que Dios ha estado actuando todo el tiempo. Eso le sucede a Jacob cuando escucha el relato de sus hijos sobre sus interacciones con José, y cuando ve los carros y las provisiones que José ha enviado desde Egipto. Jacob de repente tiene el valor de hacer a un lado veinte años de luto por su hijo perdido, dejar la comodidad de una tierra que era su hogar y emprender un nuevo viaje en la fe.
Dios se deleita en dar a sus hijos buenos regalos. A la muerte de Jesús en la cruz le sigue al tercer día la gloriosa noticia de que Jesús está vivo y que su resurrección significa vida nueva para todos los que ponen la fe en él. Espera el tiempo de Dios, confía en la obra de Cristo y disfruta en él de una alegría inesperada.
Señor, abre nuestros ojos para ver tu obra en nosotros. Convéncenos de que tu gracia es real y que brindas esperanza y sanidad en Jesús para todas nuestras desilusiones y desafíos. Por el amor de Cristo, amén.