24 de octubre del 2023
Génesis 43:15-16; 45:1-7, 16-28
ESPERANDO CON PACIENCIA
“Entonces dijo: ¡Me basta saber que mi hijo José vive todavía! Iré a verlo antes de morir”.Génesis 45:28
Jacob había enviado a sus hijos a Egipto con mucho temor. Saberse heredero de la bendición de Dios, no eliminaba el peso del dolor y la pérdida que se había acumulado en su vida. ¿Se imagina cómo pasó Jacob los días en que sus hijos estaban ausentes? Fueron seguramente largos días de preocupación y oración. Y aunque la Biblia nos cuenta la notable historia de la reunión y reconciliación de los hermanos con José (Génesis 43:15-45:15), su padre no supo nada de eso hasta su regreso. Esperar es a veces una parte clave de la obra de Dios en nosotros. Y cuando al fin podemos ver el cuadro completo, qué maravilloso es saber que Dios ha estado actuando todo el tiempo. Eso le sucede a Jacob cuando escucha el relato de sus hijos sobre sus interacciones con José, y cuando ve los carros y las provisiones que José ha enviado desde Egipto. Jacob de repente tiene el valor de hacer a un lado veinte años de luto por su hijo perdido, dejar la comodidad de una tierra que era su hogar y emprender un nuevo viaje en la fe. Dios se deleita en dar a sus hijos buenos regalos. A la muerte de Jesús en la cruz le sigue al tercer día la gloriosa noticia de que Jesús está vivo y que su resurrección significa vida nueva para todos los que ponen la fe en él. Espera el tiempo de Dios, confía en la obra de Cristo y disfruta en él de una alegría inesperada.
Señor, abre nuestros ojos para ver tu obra en nosotros. Convéncenos de que tu gracia es real y que brindas esperanza y sanidad en Jesús para todas nuestras desilusiones y desafíos. Por el amor de Cristo, amén.
Jacob es uno de mis personajes favoritos de la Biblia. Pero no creo que me hubiera gustado tanto si lo hubiese conocido al principio de su vida. Era astuto, manipulador y hábil. Actuaba por interés propio y no pensaba mucho en los demás. Pero Dios lo amaba, y el libro de Génesis muestra cómo Dios persiguió y ablandó el corazón de Jacob hasta que finalmente comprendió que la bendición de Dios viene sólo por gracia. Esa verdad cambió la actitud de Jacob hacia Dios y hacia los demás. Y esa es una lección que todos necesitamos aprender. Puede que nuestros desafíos y pecados no sean los mismos que los de Jacob, pero necesitan de igual manera el poder transformador de Cristo. Todos necesitamos profundamente la seguridad de que Dios nos salvará. Y por su gracia, todos los que creen en Jesucristo, el Hijo de Dios, como Salvador, serán transformados para disfrutar de una vida plena con él para siempre.
Joel Vande Werken
Joel Vande Werken ha sido pastor desde el año 2007, sirviendo en iglesias en Sussex, Nueva Jersey, y en Whitinsville, Massachusetts. Él y su esposa, Brandie, tienen cuatro hijos pequeños.