Génesis 42:1-20
EN LA ESCUELA DE DIOS
“Cuando Jacob supo que en Egipto había trigo, les dijo a sus hijos: Vayan allá y compren trigo para nosotros”.Génesis 42:1-2
Habían pasado ya más de dos décadas desde que José había llegado como esclavo a Egipto. Para Jacob, su padre, él estaba muerto, y muchas cosas habían pasado en la vida de esta familia, así como en la de José (ver Génesis 39-41). Pero ahora, una gran hambruna se ha apoderado de la tierra, y solo Egipto tiene los recursos para ayudar a mantener viva a la gente. Así que Jacob está concentrado en obtener alimento y no tiene la menor idea de lo que espera a su familia, cuando envíe a sus hijos a comprar grano.
Pero Dios sí lo sabe. A lo largo de los vaivenes de este drama, Dios está trabajando para restaurar las buenas relaciones en la familia de Jacob. Por un lado, José, que ahora es un gobernante importante en Egipto, va a poner a prueba el carácter de sus hermanos. Por otro, Dios va a ayudar a Jacob a aprender más de su impotencia ante los grandes problemas de la vida, y, por supuesto, a reconocer que Dios es fiel en cualquier circunstancia.
El drama divino de la redención a veces se desarrolla en circunstancias que apenas podemos imaginar. ¿Has visto alguna vez la manera en que Dios obra en lugares inesperados? Uno de esos lugares es en la cruz, en donde Dios en su gracia, ofrece a su Hijo para expiar nuestros pecados. Es de esa forma que, a través de la muerte de Cristo, por la fe tenemos vida abundante en él.
Dios fiel, gracias porque tú obras para nuestro bien y para tu gloria. Enséñanos a confiar en ti, a reconocer tu dirección y a aprender a encontrar nuestra vida en Jesús. En su nombre, Amén.