Génesis 35:1-15
NUNCA ESTÁS SOLO
“Voy a construir un altar en honor del Dios… que me ha acompañado por dondequiera que he andado”.Génesis 35:3
A veces, para entender mejor un evento, es necesario verlo en retrospectiva. Cuando años antes Jacob huía por su vida, Dios se le mostró en una visión en Betel y le prometió cuidarlo dondequiera que fuera (Génesis 28:10-22). Luego, más tarde, de regreso a su tierra natal, Jacob se encontró nuevamente con Dios, quien lo bendijo y le dio una nueva identidad: Israel, “el que lucha con Dios” (Génesis 32:22-32).
Ahora, Jacob está de vuelta en Betel, pero no ha venido solo. Lo acompaña su familia para pasar un tiempo de adoración y renovación delante de Dios. Mientras que antes las experiencias de Jacob con Dios eran solitarias y personales, ahora comparte su testimonio de la fidelidad de Dios con su hogar. Y él aprovecha la oportunidad para llamarlos al arrepentimiento y la fe.
Tal vez, al igual que Jacob, tu peregrinaje con Dios ha sido largo y sinuoso. Aunque no has dudado de la presencia de Dios, al mirar hacia atrás puedes ver cuán fiel él ha sido todo el tiempo. A pesar de nuestros pecados y caminos engañosos, Dios siempre está listo para perdonar y bendecir a quienes se rinden ante él. Él borra nuestras cuentas pasadas y nos otorga una nueva identidad en Cristo. Si has conocido a Dios y experimentado su fidelidad, ¿estás listo para compartir esa bendición con otros? Es una buena oportunidad para invitarlos a unirse a ti en adoración a él.
Señor, ayúdanos a comprender y disfrutar de tu fidelidad hacia nosotros. Renuévanos, Señor. En el nombre de Jesús, Amén.