Génesis 32:3-21
EL MIEDO NO ANDA EN CAMELLO
“Jacob tuvo mucho miedo... Dividió entonces en dos grupos la gente que estaba con él, y también las ovejas, vacas y camellos”.Génesis 32:7
El miedo puede ser una fuerza poderosa en nuestras vidas. Jacob estaba acostumbrado a tener las cosas bajo control, y a encontrar la manera de salir de cualquier situación difícil. Después de salir bien librado de su encuentro con Labán, su confianza en sí mismo podía haberse disparado. Pero ahora que se entera que su hermano viene hacia él al mando de 400 hombres Jacob reacciona aterrorizado. ¿Cómo podrá salir ileso de este embrollo? Jacob busca a Dios en oración, con la desesperación del hombre que sabe que no puede hacer nada sin la ayuda y el poder de Dios.
A veces nosotros también creemos que contamos con los recursos para hacer frente a cualquier problema que pueda surgir. Decimos, incluso, que dependemos totalmente del poder de Dios, pero vivimos como si nuestro esfuerzo y capacidad fueran lo que realmente importa.
Pero al hacer frente a una situación que no podemos controlar, el temor tiende a hacerse cargo de la situación. No podemos preservar nuestra salud. No podemos recuperar nuestra reputación. No podemos reconciliar nuestras relaciones rotas. No podemos salvarnos de nuestro pecado. Sólo nos queda depender de la gracia y el poder de Dios. ¿Has llegado al punto de hacer una oración desesperada? El miedo puede ser poderoso, pero la gracia de Dios en Cristo es mucho más poderosa. ¡Alabado sea Dios por su maravillosa gracia!
Dios misericordioso, soy indigno de tu bondad y fidelidad. Perdóname y rescátame, Señor. Pongo mi confianza solo en ti. Por el amor de Jesús. Amén.