05 de septiembre del 2023
Salmo 28:1-9
UN DIOS DIGNO DE FIAR
“A ti clamaré, oh, Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí…”Salmo 28:1
¿Le sorprende que, en la Biblia, pero, sobre todo, en el libro de los Salmos, se encuentren oraciones de lamento? La idea de que el dolor y el sufrimiento son ajenos a los propósitos de Dios se ha impuesto en muchas iglesias al grado que no hallan qué hacer con este tipo de salmos. Pero ¿cómo llegaríamos a conocer a Dios como nuestra roca de no ser por esos momentos de conflictos y dificultad? Cuando se invoca a Dios en esas situaciones, llamarle “mi Roca” es una profunda afirmación de que el Dios al que clamamos es digno de fiar. Puede dirigirse a él con la seguridad que él escucha y responde. En una época en que las naciones se distinguían por sus dioses de piedra, ésta es una diferencia significativa. Esos ídolos eran incapaces de oír, ver o hablar. Eran sordos y silenciosos, insensibles e indiferentes, por más culto que les rindieran. El salmista está convencido de que su Dios no es así. Él le conoce y sabe que no va a dejar sin castigo a los malvados y violentos. Por eso, puede después cantar con confianza: “Bendito sea Jehová, que oyó la voz de mis ruegos. Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado” (Sal. 28:6-7). Cuando las circunstancias nos abruman, o parece que todo se desmorona, podemos invocar a Dios, nuestra Roca, y descubrir que nos escucha, nos protege y nos ayuda. ¡No se desentienda de él!
Te agradecemos, oh, Dios, por ser nuestra roca. Te invocamos y tú nos respondes. Sé nuestro pastor y guíanos para siempre. En Cristo te lo pedimos, amén.
La mayoría de nosotros hemos paseado alguna vez por la orilla del mar, buscando con atención, rocas o piedras que nos parezcan especialmente bellas y llamativas. Este mes de septiembre, se destacan las rocas y piedras que se mencionan en la Biblia. La Biblia utiliza todo tipo de metáforas para revelarnos la verdad. Dios sabe que, a veces, las cosas más obvias que nos rodean pueden revelarnos cosas profundas. Por ejemplo, las rocas y las piedras, materiales no vivos que hay por toda la tierra, se mencionan a menudo en la Biblia. Quizá se te ocurran algunas referencias bíblicas a rocas o piedras. Jesús fue tentado por Satanás para que convirtiera las piedras en pan, Moisés golpeó una roca en el desierto y brotó agua, y los salmos se refieren a menudo a Dios como nuestra roca y nuestra fortaleza. Esperamos que al leer los devocionales de este mes te sientas renovado en la Palabra de Dios.
Julia Prins Vanderveen
Trabaja y vive en Vancouver, Columbia Británica, con su esposo, Trevor, y sus tres hijos. Julia ha trabajado junto con su esposo pastoreando en una iglesia de Vancouver. Sirve además de capellán y profesora de humanidades en la Escuela Cristiana de Vancouver.