Mateo 4:1-11
“ESCRITO ESTÁ”
“Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”.Mateo 4:3
Jesús hizo muchos milagros asombrosos durante su ministerio, como multiplicar la comida para alimentar a miles de personas. Entonces, ¿por qué no hizo algo semejante que le ayudase a mitigar el hambre en el desierto? ¿Por qué se negó a convertir las piedras en pan?
No olvidemos que la misión de Jesús aquí en la tierra era glorificar a Dios en todo lo que hacía. Ceder a una tentación del diablo no parece ser una manera de hacerlo. Por eso, Jesús se negó a ser manipulado para utilizar su poder o su posición como Hijo de Dios en su propio beneficio. En cambio, fue obediente en todo, mostrándonos cómo se vive de acuerdo con la voluntad de Dios. Y observe que, cuando fue tentado, él recurrió a su estrecha relación con el Padre y se apoyó en las enseñanzas de las Escrituras para vender la tentación.
¿Se ha sentido tentado alguna vez a usar sus dones para beneficio personal? Puede parecer inofensivo, pero si hacerlo implica deshonrar a Dios, es caer en pecado, y lo sabemos. Aprenda de Jesús cómo resistir la tentación. Si nos apegamos a las Escrituras y escuchamos la voz del Padre, encontraremos el poder para alejarnos de las acciones egoístas y autodestructivas. Seremos capaces de reconocer las formas en que el diablo tergiversa la verdad, y podremos resistir la tentación, y, así, seguir los pasos de Jesús.
Señor, llénanos de tu Espíritu y ayúdanos a permanecer en tu Palabra para que estemos fortalecidos contra la tentación. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, Amén.