Salmo 62:12
ESTABILIDAD PARA VIDAS TAMBALEANTES
“Solo Él es mi roca y mi salvación, mi refugio, nunca seré sacudido”.Salmo 62:6 (LBLA)
Recibir un diagnóstico inesperado o malas noticias puede ser desconcertante. De repente, lo que parecía normal se desvanece, los planes quedan en suspenso y la vida se convierte en un día a día. Las razones pueden ser muchas, y tienden a producir una sensación de desorientación, confusión e incertidumbre. Son reacciones muy naturales ante una crisis. Entonces, ¿por qué dice el salmista: “nunca seré sacudido”? ¿Significa eso que es posible vivir sin ningún desconcierto ante las circunstancias de la vida?
No. Él mismo se describe como una “pared desplomada” y una “cerca derribada”. Se siente herido y vulnerable, y, sin embargo, afirma que su descanso y su esperanza están en Dios. No tenemos por qué disimular nuestros sentimientos cuando atravesamos momentos difíciles; podemos decir sinceramente que nos sentimos como una valla tambaleante y, sin embargo, si Dios es nuestro refugio confiamos en que vamos a permanecer firmes.
Esa es la hermosa invitación que encontramos en este salmo: “Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio” (v. 8). Ser vulnerables y abrir nuestro corazón nos permite acudir al cimiento sólido de nuestro Dios amoroso. No vamos a poder controlar lo que ocurre en nuestras vidas, pero nuestros pies siempre estarán sobre roca firme.
Señor, sólo Tú eres nuestra Roca y fortaleza. Todo poder y todo amor son tuyos, y en ti confiamos. En el nombre de Jesús, Amén.