02 de junio del 2023
Mateo 6:9-13
HÁGASE TU VOLUNTAD
"Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo".Mateo 6:10
¿Ha oído hablar de la “oración dominical”? Si piensa que es una oración que se hace solo los domingos, se equivoca, pero anda cerca. “Dominical” viene de dominus que quiere decir “señor”, y así como “domingo” quiere decir “día del Señor”, la oración dominical se refiere a la oración que el Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos. Es la oración que también se conoce como el “Padre Nuestro”, que es, por cierto, una de las oraciones que más se escucha de los labios de los creyentes. ¿A qué se debe el apego que los creyentes tienen hacia esta oración? La razón más obvia es porque es Jesús mismo quien nos enseña a orar así. Es natural que quienes nos llamamos sus seguidores, utilicemos la oración con la cual él nos indicó que debíamos orar. Pero otra razón es que en ella se resumen nuestros más profundos anhelos. En esta oración se incluye de forma concisa nuestra necesidad de provisión, protección y perdón. ¿Podríamos nosotros abarcar tanto con tan pocas palabras? Una razón más es la forma en que equilibra esas necesidades con el reconocimiento de la grandeza y los propósitos de Dios para este mundo. Este detalle es un recordatorio saludable para aquellos que, motivados por su necesidad, se acercan al Señor con un pliego de peticiones. Orar como el Señor lo ordenó incluye un acercamiento balanceado a nuestro Padre celestial.
Dios santo y poderoso, muchas gracias por la oportunidad que tenemos de venir libremente y en cualquier momento a ti. En Cristo, te agradecemos, amén.
Nuestro Dios no es alguien distante, que, como muchos piensan, se queda allí en el alto del cielo, sentado en su trono, como un espectador que todo lo ve. ¡No! Nuestro Dios es un Dios que se relaciona, y la forma más significativa que tenemos para comunicarnos con Él es a través de la oración. A diferencia de Moisés, que habló con Dios cara a cara, nosotros tenemos la oportunidad de hacernos escuchar por el Creador a través de Cristo, nuestro Sumo Sacerdote. Algunos hombres y mujeres tuvieron el honor de estar en persona con Jesús, el Hijo del Dios Altísimo, pero muchos lo ignoraron a él y a otros. ¿Cuándo oras y cuántas veces lo haces? ¿Solo en las ocasiones en que te reúnes en la iglesia? ¿Cada vez que enfrentas dificultades o necesitas tomar una decisión? Adquiera el hábito de hablar con Dios diariamente. Haga de su vida sinónimo de oración y las respuestas que escuchará del Dios de la vida le sorprenderán.
Edison Souza
Periodista y Presbítero en La Iglesia Presbiteriana de Campinas, São Paulo, Brasil.