21 de junio del 2023
Lucas 23:39-43
UNA PETICIÓN EN FORMA DE ORACIÓN.
“Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”.Lucas 23:42
En muchas ocasiones la gente recurre a Jesús solo como su última alternativa. Solo vienen a él cuando ya han gastado sus demás opciones. Difícilmente le buscarían como la primera o como su única alternativa y a veces hasta hay quienes llegan a pensar que no necesitan de Jesús para nada. Es el caso del “buen ladrón” del que se habla en los relatos de la pasión de Jesús. Él murió el mismo día que Jesús, de la misma forma que Jesús, y llegó al cielo el mismo día que Jesús. Pero no fue porque haya sido crucificado juntamente con Cristo, sino porque Cristo estaba junto a él, y eso le dio la oportunidad de reconocer a Cristo como su última y única opción. En realidad, no podemos decir que haya un "buen ladrón", pero comparado con su compañero, éste, en lugar de maldecir y blasfemar, decide creer en la inocencia de Jesucristo. No sabemos todo lo que pasó por su mente, si tal vez se dio cuenta del daño que había hecho y, al sentir la mirada de Jesús, se entregó a su clemencia en el tiempo de descuento. Y qué bendición que este malhechor recibiera la promesa del Hijo de Dios de estar en su reino ese mismo día. No todos tienen la misma oportunidad de buscar a Jesús en un último momento. Mi mensaje de hoy es que no dejes la tarea de entregarte totalmente a Él para el último momento. El tiempo es ahora, que él te dice: ¡Ven!
Gracias, mi buen Jesús, porque tu misericordia no tiene comparación, y tú nos recibes gozoso cuando nos entregamos a ti. Amén.
Nuestro Dios no es alguien distante, que, como muchos piensan, se queda allí en el alto del cielo, sentado en su trono, como un espectador que todo lo ve. ¡No! Nuestro Dios es un Dios que se relaciona, y la forma más significativa que tenemos para comunicarnos con Él es a través de la oración. A diferencia de Moisés, que habló con Dios cara a cara, nosotros tenemos la oportunidad de hacernos escuchar por el Creador a través de Cristo, nuestro Sumo Sacerdote. Algunos hombres y mujeres tuvieron el honor de estar en persona con Jesús, el Hijo del Dios Altísimo, pero muchos lo ignoraron a él y a otros. ¿Cuándo oras y cuántas veces lo haces? ¿Solo en las ocasiones en que te reúnes en la iglesia? ¿Cada vez que enfrentas dificultades o necesitas tomar una decisión? Adquiera el hábito de hablar con Dios diariamente. Haga de su vida sinónimo de oración y las respuestas que escuchará del Dios de la vida le sorprenderán.
Edison Souza
Periodista y Presbítero en La Iglesia Presbiteriana de Campinas, São Paulo, Brasil.