13 de junio del 2023
DEPENDENCIA TOTAL DE DIOS
DEPENDENCIA TOTAL DE DIOS
“Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo…”.Lucas 9:16
Hay varias cosas en este relato que pueden llamar nuestra atención: la gran cantidad de gente que seguía a Jesús, la buena disposición del maestro para reajustar su agenda, el tiempo que la multitud podía pasar escuchando a Jesús, la falta de logística para atender situaciones de emergencia, el gran milagro que Jesús obró, en fin. No sé qué es lo que más capte su atención, pero en mi caso me impresiona el momento en el que Jesús levanta sus ojos al cielo. ¿No le parece una hermosa descripción de la comunión que hay entre él y su Padre? Nada de lo que Jesús hizo lo llevó a cabo sin estar en plena conexión con el Padre Eterno. “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre”, dijo en otra ocasión (Juan 5:19). Jesús muestra cómo Él vivió y cómo debemos vivir nosotros, es decir, en total dependencia de Dios. Siendo el Dios encarnado, Jesús pudo actuar y realizar muchas obras y milagros por sí mismo, pero nunca dejó de reconocer y mostrar a las personas quién es el verdadero Señor del Universo, que vive por siempre. Ser sumisos a Dios es la clave del misterio que muchos de nosotros aún no hemos descubierto. Ora a Dios en todo momento. Y un consejo: No busques otra manera de acercarte a Dios: Jesús es el único camino que nos lleva al Señor de la Gloria. Siga el ejemplo de Jesús: ¡Ore sin cesar!
Gracias, Señor Dios, por enviarnos a Tu Hijo quien nos enseña el camino para llegar a Ti. En su nombre te doy gracias, Amén.
Nuestro Dios no es alguien distante, que, como muchos piensan, se queda allí en el alto del cielo, sentado en su trono, como un espectador que todo lo ve. ¡No! Nuestro Dios es un Dios que se relaciona, y la forma más significativa que tenemos para comunicarnos con Él es a través de la oración. A diferencia de Moisés, que habló con Dios cara a cara, nosotros tenemos la oportunidad de hacernos escuchar por el Creador a través de Cristo, nuestro Sumo Sacerdote. Algunos hombres y mujeres tuvieron el honor de estar en persona con Jesús, el Hijo del Dios Altísimo, pero muchos lo ignoraron a él y a otros. ¿Cuándo oras y cuántas veces lo haces? ¿Solo en las ocasiones en que te reúnes en la iglesia? ¿Cada vez que enfrentas dificultades o necesitas tomar una decisión? Adquiera el hábito de hablar con Dios diariamente. Haga de su vida sinónimo de oración y las respuestas que escuchará del Dios de la vida le sorprenderán.
Edison Souza
Periodista y Presbítero en La Iglesia Presbiteriana de Campinas, São Paulo, Brasil.