DEPENDENCIA TOTAL DE DIOS
DEPENDENCIA TOTAL DE DIOS
“Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo…”.Lucas 9:16
Hay varias cosas en este relato que pueden llamar nuestra atención: la gran cantidad de gente que seguía a Jesús, la buena disposición del maestro para reajustar su agenda, el tiempo que la multitud podía pasar escuchando a Jesús, la falta de logística para atender situaciones de emergencia, el gran milagro que Jesús obró, en fin. No sé qué es lo que más capte su atención, pero en mi caso me impresiona el momento en el que Jesús levanta sus ojos al cielo. ¿No le parece una hermosa descripción de la comunión que hay entre él y su Padre?
Nada de lo que Jesús hizo lo llevó a cabo sin estar en plena conexión con el Padre Eterno. “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre”, dijo en otra ocasión (Juan 5:19). Jesús muestra cómo Él vivió y cómo debemos vivir nosotros, es decir, en total dependencia de Dios. Siendo el Dios encarnado, Jesús pudo actuar y realizar muchas obras y milagros por sí mismo, pero nunca dejó de reconocer y mostrar a las personas quién es el verdadero Señor del Universo, que vive por siempre.
Ser sumisos a Dios es la clave del misterio que muchos de nosotros aún no hemos descubierto. Ora a Dios en todo momento. Y un consejo: No busques otra manera de acercarte a Dios: Jesús es el único camino que nos lleva al Señor de la Gloria. Siga el ejemplo de Jesús: ¡Ore sin cesar!
Gracias, Señor Dios, por enviarnos a Tu Hijo quien nos enseña el camino para llegar a Ti. En su nombre te doy gracias, Amén.