Génesis 20:1-18
LA ORACIÓN GENERA VIDA
“Abraham oró a Dios, y Dios les devolvió la salud a Abimelec y a su esposa. También sanó a sus siervas, para que pudieran tener hijos…”.Génesis 20:17
Tal vez lo conoce como el “padre de la fe”, pero ¿había usted escuchado hablar de él como un hombre de oración? Lo que más puede sorprender a algunos es la manera en que intercede por otros pueblos como cuando lo hizo por Sodoma y Gomorra. ¿Acostumbra usted orar por la situación moral y espiritual de su país y de otras naciones?
En este pasaje, Abraham intercede por el pueblo de Gerar, al que él mismo casi condena al exterminio. Una media verdad (o media mentira) del patriarca, casi lleva al rey de ese lugar a tomar a Sara, mujer de Abraham, por esposa. Pero Dios no lo permitió y ordenó al rey devolverle la esposa a Abraham. El rey obedeció, no sin antes exponer públicamente la falta de Abraham y defender su inocencia ante su pueblo.
Abraham también reconoció públicamente su error, y para mostrar su arrepentimiento pidió por la salud de la nación. Era una oración sincera que Dios respondió de manera inmediata, trayendo de nuevo salud y vida a esta nación. Este es un ejemplo de oración que podemos imitar. Como pueblo de Dios tenemos el llamado de Dios para interceder por nuestras comunidades y naciones, por nuestros gobernantes y quienes intervienen en políticas públicas. ¿Se ha puesto a pensar en la bendición que podemos llegar a ser como pueblo de Dios en un tiempo en el que hay poco espacio para políticas acordes a la voluntad de Dios?
Dios eterno, escucha nuestras peticiones por la salud de nuestra nación, y trae sanidad y bienestar a aquellos que te buscan de corazón. En el nombre de Jesús, Amén.