Salmo 71:1-24
DIOS ES CONFIABLE
“Pues tú, Señor, desde mi juventud eres mi esperanza y mi seguridad.”.Salmo 71:5
Hay muchas personas que tienen una esperanza vacía. La confianza en la riqueza material, el poder político, la belleza física o la sabiduría humana siempre trae una amarga decepción. La confianza en la religión, los ritos sagrados, los predicados morales y las obras de caridad, como fundamento de la salvación, no es más que un fracaso. Ninguna filosofía humana, ninguna psicología de autoayuda, ninguna meditación trascendental puede dar esperanza al hombre.
El salmista entendió esta realidad y tomó su decisión. Se volvió a Dios y le hizo su esperanza. Su decisión no fue impulsada por el sentimentalismo, ni siquiera gobernada por un dogma inflexible. Su decisión la tomó a partir de su experiencia. Conocía a Dios desde su juventud. Dios le fue fiel todo el tiempo y en toda circunstancia. Dios lo creó de manera maravillosa, lo apoyó con amor, lo guio con su providencia, lo salvó con su gracia y lo fortaleció desde la juventud hasta las canas.
Dios es quien nos guía por sendas de justicia y desciende con nosotros al valle del dolor. Él es quien unge nuestras cabezas con el aceite de la alegría y nos pone una mesa en el desierto. Dios es quien nos bendice con bondad y misericordia todos los días de nuestras vidas, nos toma con su mano derecha, nos guía con su consejo y luego nos recibe en gloria.
Padre, te agradezco porque no hay edad en la que no podamos acudir a ti. Te alabo por cada época de mi vida. En Jesús, amén.