27 de enero del 2023
Génesis 39:1-23
ALTA FIDELIDAD
“¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” Génesis 39:9
Nadie se va a dar cuenta, pensamos a veces. Las oportunidades hay que aprovecharlas, racionalizamos. Puede ser una información financiera falsa, una mentira para salir de un aprieto o, una conducta sexual inapropiada. Hasta nos ufanamos una vez que lo hemos hecho, por salir ilesos. Al menos, eso pensamos. José, el soñador, tenía un punto de vista distinto. Podemos ocultarnos de la gente, podemos hacer cosas reprobables cuando estamos a solas, pero ¿cómo vamos a escondernos de Dios? Una falta, aunque sea hecha en privado, no solo daña tu carácter, también ofende al Dios santo. Esa fue la respuesta que José dio a la esposa de su amo, que lo acosaba constantemente, y no parecía dispuesta a ceder ante nada. Así que ella aprovechó un día en que José estaba solo en casa, y quiso forzarlo a tener relaciones con ella. ¿Qué perdía José? Su familia estaba lejos en Canaán. Su amo confiaba ciegamente en él. A nadie le interesaba su integridad. Sin embargo, José era un hombre de principios. Él sabía que no podía fallarle a su señor, quien le había puesto a cargo de la administración de su casa. Pero más que eso, sabía que no podía fallarle al Señor que era quien había bendecido su trabajo en aquel lugar. Al final, prefirió enfrentar las consecuencias de ser fiel a Dios, a deshonrarle con sus acciones en lo oculto.
Dios eterno, condúcenos en tu verdad y danos el valor para vivir en congruencia con ella todos los días. En el nombre de Jesús, Amén.
Un nuevo año comienza y, después dos años aciagos, tenemos la esperanza de que éste será mejor. Pero no siempre sucede así. No sabemos que giros dará la política internacional. No sabemos en que terminará la crisis inflacionaria. Pero hay algo que sí sabemos: “A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien”. Esta es una lección recurrente para el pueblo de Dios. La historia que leemos en el libro de Génesis resuena con ese mensaje. Allí vemos como un mundo perfecto, dio lugar al pecado, la violencia, las relaciones rotas, en fin, a la experiencia de vivir en un mundo caído. Pero es alentador ver la manera en que aun en familias imper- fectas, Dios fue dirigiendo sus vidas para cumplir sus propósitos. Y el libro termina con la historia de un personaje que testifica de la manera que Dios actúa en medio de nuestros peores actos. Así que, ánimo. Dios no ha terminado con nosotros. Y si él es con nosotros, podemos esperar cosas buenas aun en medio de circunstancias adversas.
Salomón Medina
Salvadoreño, ha contribuido al desarrollo holístico de ministerios desde la niñez, adolescencia, juventud, personas con discapacidad, sobrevivientes de la guerra civil y personas en comunidades de alto riesgo, además coordina actualmente el proyecto “Alternativas a la violencia”