Lucas 6:27-36
UNA MEDIDA EXCELENTE
“Sean ustedes compasivos, como también
su Padre es compasivo”.
Lucas 6:36
Jesús exhorta a sus seguidores a imitar el carácter de su Padre celestial. Él los desafía a ser compasivos, así como Dios es compasivo. Y esto, en primera instancia parece un ideal imposible de alcanzar. Dios es esencialmente bueno y su naturaleza no puede ser de otra manera. Nosotros somos hijos de Dios, por gracia, y aún experimentamos los efectos de la caída en nuestra vida. En consecuencia, la bondad, la compasión y la misericordia no son cualidades que podamos expresar sin que seamos afectados por el pecado. Por esto es que en un juicio rápido concluiríamos que esta medida nos queda muy alta.
Sin embargo, el propósito de Jesús es poner delante de nosotros un modelo perfecto en el que la compasión se exprese en toda su plenitud. Al enfocarnos en el corazón compasivo de Dios difícilmente vamos a confundirlo con la lástima, la empatía o la limosna. ¿Acaso no el mayor ejemplo de compasión lo hemos visto reflejado en la forma en que Dios nos trata a nosotros? Nuestra medida es su compasión, y no otra.
Pero Él es tan bondadoso que no nos deja a la deriva para intentar lograr algo que a primera instancia parece utópico. Dios nos da de su Espíritu para que mediante su poder seamos capaces de encarnar el carácter de Cristo en nuestra vida. Es a través de su obra y su Palabra que Dios nos transforma cada día para ser más como él.
Padre, te doy gracias por ser nuestro modelo de vida,
transfórmame cada día para que refleje tu carácter.
En Cristo Jesús, Amén.