1 Corintios 1:10-17
PROCURA LA UNIDAD
“Procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu
Santo, por medio de la paz que une a todos”.
Efesios 4:3
El éxito de las organizaciones depende en gran medida de la unidad de sus miembros. Jesús dijo: una casa dividida contra sí misma no puede permanecer (Lucas 11:17). No hay futuro para las organizaciones que presentan divisiones internas. Por el contrario, los conflictos dan lugar a nuevos grupos, y en casos extremos, llevan a la desintegración total de la agrupación.
La enseñanza apostólica apremia a los creyentes a procurar la unidad en la iglesia y en la familia, como elementos claves para alcanzar los objetivos del reino de Dios. Sin embargo, esta unidad es distinta a la que muchas veces practicamos. Se trata de la unidad que el Espíritu Santo produce, no por intereses y conveniencias de grupo, sino porque gozamos de su paz en nuestros corazones. En lugar de empujarnos al partidismo, la arrogancia o la discriminación, el Espíritu nos dirige a la armonía y a tener un mismo sentir. Pero ¿es esto lo que experimentas al congregarte y convivir en la iglesia?
El llamado del apóstol reviste cierta urgencia. Nos llama a poner todo nuestro esfuerzo para que esta unidad sea una realidad en la iglesia, que se define como un solo cuerpo y cuya cabeza es Cristo. ¿De qué maneras procuras la unidad de la organización, iglesia y familia a la que perteneces? ¿Con que intensidad trabajas en ello?
Padre, ayúdame a procurar la unidad de mi familia, de la iglesia y de las organizaciones a las que pertenezco, como testimonio de mi relación contigo. Por Cristo Jesús, Amén.