08 de agosto del 2022
Hechos 10:1-48
EL EVANGELIO DE LA PAZ
“Dios habló a los descendientes de Israel, anunciando el mensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos”.
Hechos 10:36
El evangelio del reino es también el evangelio de la paz. El evangelio no es una invención de los hombres, es un mensaje de Dios. No proviene de la tierra, emana del cielo. No nos llega como resultado de la sabiduría humana, nos llega a través de la palabra de Dios. Este evangelio del reino es también el evangelio de la paz. A través de él, judíos y gentiles forman un solo pueblo. El evangelio no hace distinción entre judíos y gentiles. Está dirigido a todos los hombres, de todos los estratos sociales, de todos los orígenes culturales, de todas las clases políticas.
Donde el evangelio de la paz se proclama, los hombres se reconcilian con Dios y con el prójimo. Donde se cree el evangelio de la paz, cesan las guerras y los conflictos internos. Dondequiera que entra el evangelio de la paz, produce paz con Dios, porque por medio de Cristo todo el que cree es reconciliado con Dios y hecho hijo de Dios.
El evangelio de la paz no es otro evangelio distinto del evangelio del reino; es el mismo evangelio anunciado por Jesucristo, el Señor de todos. Aparte de Cristo, no hay buenas nuevas para los hombres. Jesucristo es la esencia misma del evangelio. Él es el contenido del evangelio. El evangelio no es una colección de doctrinas; es una persona. Es Jesús, el Señor de todos.
Padre, ayúdanos a predicar ese evangelio de la paz a
nuestros pueblos que sufren violencia. Por Jesús,
nuestro libertador, amén.
Nos complace presentar a nuestros lectores, el devocional Cada día de agosto del 2022. Creemos que es un tiempo propicio para recordar a la iglesia la importancia de la misión. El evangelio son las buenas nuevas del cielo a la tierra, las mejores y más grandiosas noticias de Dios para los hombres. Estamos convencidos de que su corazón arderá con estas sublimes verdades que emanan de la palabra de Dios. Esperamos que sus ojos se abran para contemplar la incomparable grandeza de nuestro glorioso Salvador. Tenemos el ardiente deseo por que tus pies se apresuren y tus labios se abran para anunciar a tiempo y fuera de tiempo, en el poder del Espíritu, este mensaje que convence y salva al pecador. Lea y medite en cada mensaje. Absorba con vivo interés esta palabra de vida. Proclame con un sentido de urgencia el poderoso evangelio, el evangelio de nuestra salvación. No apagues la voz. ¡Predica este evangelio aquí, allá y más allá!
Hernandes Dias Lopes
Hernandes Dias Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes Viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.