Hechos 10:1-48
EL EVANGELIO DE LA PAZ
“Dios habló a los descendientes de Israel, anunciando el mensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos”.
Hechos 10:36
El evangelio del reino es también el evangelio de la paz. El evangelio no es una invención de los hombres, es un mensaje de Dios. No proviene de la tierra, emana del cielo. No nos llega como resultado de la sabiduría humana, nos llega a través de la palabra de Dios. Este evangelio del reino es también el evangelio de la paz. A través de él, judíos y gentiles forman un solo pueblo. El evangelio no hace distinción entre judíos y gentiles. Está dirigido a todos los hombres, de todos los estratos sociales, de todos los orígenes culturales, de todas las clases políticas.
Donde el evangelio de la paz se proclama, los hombres se reconcilian con Dios y con el prójimo. Donde se cree el evangelio de la paz, cesan las guerras y los conflictos internos. Dondequiera que entra el evangelio de la paz, produce paz con Dios, porque por medio de Cristo todo el que cree es reconciliado con Dios y hecho hijo de Dios.
El evangelio de la paz no es otro evangelio distinto del evangelio del reino; es el mismo evangelio anunciado por Jesucristo, el Señor de todos. Aparte de Cristo, no hay buenas nuevas para los hombres. Jesucristo es la esencia misma del evangelio. Él es el contenido del evangelio. El evangelio no es una colección de doctrinas; es una persona. Es Jesús, el Señor de todos.
Padre, ayúdanos a predicar ese evangelio de la paz a
nuestros pueblos que sufren violencia. Por Jesús,
nuestro libertador, amén.