Hechos 13:16-41
EL EVANGELIO DE LA PROMESA
“Así que nosotros les estamos anunciando a ustedes esta buena noticia: La promesa que Dios hizo a nuestros antepasados”. Hechos 13:32
El evangelio del reino también se llama evangelio de paz y evangelio de la promesa. El evangelio no comenzó cuando Jesús vino al mundo; fue prometido desde el Edén, predicho por los patriarcas y proclamado por los profetas. Aquí hay una estrecha conexión entre el antiguo y el nuevo pacto. Los que vivieron antes de Cristo esperaban con ansias la venida del Mesías; nosotros miramos hacia atrás al Mesías que ya ha venido.
El Cristo de la profecía es el Jesús histórico. Los israelitas antiguos creyeron en el Cristo de la promesa; nosotros, en el Cristo de la historia. Jesús es el gran vínculo entre los dos testamentos, el contenido y la esencia de ambos. Solo hay un evangelio desde el principio hasta el final. Este es el evangelio del reino, el evangelio de la paz, el evangelio de la promesa, el evangelio de Dios, el evangelio de nuestra salvación.
El apóstol Pablo les está hablando a los judíos de la provincia de Galacia, mostrándoles que no traía nada nuevo, sino que les predicaba el evangelio prometido a sus padres en tiempos lejanos. La salvación fue planeada en la eternidad y ejecutada en el tiempo. Dios nunca cambió su método de salvar al hombre. Siempre ha sido, en todo momento, en todos los lugares y para todos los hombres, el mismo método. El hombre es salvo por Cristo a través del evangelio, ¡el evangelio de la promesa!
Padre, sé que soy salvo por Cristo, a él debo toda adoración y honra. Mi vida será reflejo de mi gratitud. Por Jesús mi salvador, amén.