28 de abril del 2024
Santiago 5:7-12
UNA GOTERA CONSTANTE
“Hermanos, no se quejen unos de otros, para que no sean juzgados; pues el Juez está ya a la puerta”. Santiago 5:9
A veces es difícil no refunfuñar y quejarse de las situaciones difíciles y adversas por las que atravesamos. Nos sentimos como el pueblo de Israel en el desierto: Cuando no era el calor, era la comida o simplemente el hastío. Pero otras veces tendemos a quejarnos por los problemas y conflictos que hay en el mundo. Vivimos en un mundo quebrantado y cada día vemos a nuestro alrededor los resultados del pecado. Anhelamos el reino perfecto de Dios, pero vivimos en un mundo imperfecto. Estamos rodeados de personas quebrantadas, algunas sentadas a nuestra mesa y otras incluso mirándonos al espejo. Proverbios 19:13 describe a un gruñón como alguien irritante “Como gotera constante es la mujer pendenciera”. Refunfuñar y quejarse son ofensivos al oído. Vivir quejándose nos convierte en personas amargadas con las que no es muy divertido estar. Cuando nos quejamos, insultamos a Dios, amargamos nuestras almas y alejamos a la gente que nos rodea. Santiago nos insta a ser pacientes en nuestras interacciones con los demás. Ojalá pudiéramos ver con los ojos de Dios, dándonos cuenta de las bendiciones que nos da a nuestro alrededor. Tenemos que aceptar que las personas que nos frustran también pertenecen a Dios. Entonces podremos descubrir que las situaciones que nos molestan son los lugares donde Dios quiere que crezcamos.
Señor, tú conoces nuestra tendencia natural a ver lo peor de las personas. Entrena nuestros ojos para que vean más allá de los desafíos y vean las bendiciones que tienes reservadas para nosotros. En Jesús, Amén.
Mark Twain dijo, “Muchas personas se molestan por esos pasajes de la Escritura que no entienden, pero los pasajes que me molestan son esos que sí entiendo.” En otras palabras, tratar de vivir por lo menos con los mandamientos más básicos de la Biblia puede ser abrumador. En las clases prematrimoniales nosotros alentamos a las parejas a comenzar por las cosas que son claras: amarse el uno al otro, perdonarse el uno al otro, cuidarse mutuamente, apoyarse mutuamente, llevar las cargas el uno del otro. Nosotros animamos a la gente a ver las maneras en que Dios nos llama a interactuar con todos los “unos a otros” en nuestras vidas. Es muy claro que Dios se preocupa profundamente por nuestras relaciones. Una vez que comenzamos a entender nuestra relación con nuestro Creador y Redentor, el próximo paso es amar a nuestro prójimo. Jesús nos dice en Mateo 22:37-38 que el primer mandamiento es amar al Señor con todo nuestro corazón, mente y alma. Y el segundo es similar: nuestro amor por Dios debe llegar a nuestro prójimo. Esperamos que ustedes sean animados a dejar que el amor de Jesús fluya en todas sus relaciones. Él tiene el poder para cambiar los corazones.
Steven y Deb Koster
Steven y Deb Koster sienten pasión por los matrimonios, las familias y el crecimiento espiritual en el hogar. Ambos trabajan en la Iglesia Cristiana Reformada en América del Norte. Steven y Deb Koster tienen tres hijos.