27 de junio del 2022
1 Tesalonicenses 5:1-11
PREPARADOS PARA LA BATALLA
“Debemos protegernos, como con una coraza, con la fe y el amor, y cubrirnos, como con un casco, con la esperanza de la salvación”.
1 Tesalonicenses 5:8
Hay mucha gente que piensa que los acontecimientos que estamos viviendo presagian el fin del mundo. Las señales bíblicas como pestes, guerras y hambre parecen verse retratadas en algunos acontecimientos mundiales recientes. Mucha gente vive bajo la zozobra de vivir cerca de países en conflicto, pero en todo el mundo se siente el temor de un desenlace fatal próximo. ¿Cómo debe responder un cristiano ante una situación como ésta?
No podemos asegurar si el fin del mundo ocurrirá en esta generación. Lo que sí sabemos es que va a ocurrir, y por eso este pasaje nos llama a prepararnos para la guerra. No, no se trata de entablar algún conflicto militar sino de responder apropiadamente a la guerra espiritual que se intensificará a medida que se acerque la segunda venida de Cristo. Necesitamos colocarnos el casco y la coraza, y así, proteger las zonas más vulnerables de nuestro cuerpo.
¿Está usted preparado para este combate? ¿Tiene protegido su corazón y su mente ante los intoxicantes dardos que el enemigo lanza en nuestra contra? ¿Siente temor de caer víctima de los engaños del enemigo? Dios no nos ha destinado para “recibir el castigo, sino a alcanzar la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Es con esa esperanza en mente, y con la fe y el amor en nuestro corazón que podemos descansar confiados.
Gracias, Señor, por proveernos de una armadura resistente. Permíteme ser sabio para no descuidarme en mi preparación para la batalla. En Cristo, Amén.
El tema del devocional de este mes es “Escuchar la voz de Dios”. Dios es un Dios de amor, pero se molesta cuando se le desobedece o cuando no hacemos su voluntad. Desde finales de 2019 la humanidad está sufriendo el coronavirus que se ha convertido en una terrible pandemia. Algunos seres queridos, amigos y familiares han perdido la batalla contra el virus y muchas personas se preguntan: ¿Por qué Dios permite tantas muertes? En la Biblia hay numerosos relatos de enfermedades y plagas que azotaron al pueblo, pero Dios nunca apartó su rostro, ni lo ignoró, ni abandonó a su pueblo a su suerte. Nuestro Dios tiene el control de todo y ni un cabello cae de nuestra cabeza sin su permiso. Pero es necesario comprender y analizar cuál es el mensaje que él quiere enviarnos cuando permite cosas como las que hemos vivido suceden. ¡Disfrute de su lectura!
Edison Souza
Periodista y Anciano en la Iglesia Presbiteriana de Campinas, São Paulo, Brasil.