30 de noviembre del 2021
Génesis 50:15-21
INMERSO
“Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para hacer lo que hoy vemos: para salvar la vida de mucha gente”.
Génesis 50:20
¿Cómo evalúa la historia familiar que le ha tocado vivir? ¿Ve algún patrón en sus experiencias o difícilmente encuentra algún propósito o meta? ¿Dónde ubica los momentos dolorosos, los fracasos inesperados y las crisis inoportunas? Es triste, pero a veces nuestra vida parece un rompecabezas, en el que no hallamos donde ubicar algunas piezas.
Así es la vida de José, uno de los personajes más queridos de la historia bíblica. Es difícil encontrar algo doloroso por lo que no haya pasado. El rencor de sus hermanos, ser vendido como esclavo, ser acusado de un acto que no cometió, pasar un largo tiempo en la cárcel, y vivir tan lejos de las personas que más amaba. ¿Cómo encajan todas estas piezas en los propósitos de un Dios bueno para sus hijos? Nosotros vemos los árboles, Dios ve el bosque, he oído decir. Nosotros vemos el problema inmediato, Dios ve el propósito salvador final que logra a través de esas experiencias.
Poner en esta perspectiva divina las cosas ayudó a que José perdonara a sus hermanos, uniera a su familia, y fuera un instrumento para preservar al pueblo de Dios. Él descubrió que las adversidades de la vida son parte de un propósito diseñado por Dios. Y cómo es Dios quien está detrás de todo lo que sucede, nosotros podemos confiar en que él cambiará el mal en una bendición para sus hijos.
Padre, bendice a nuestra familia. Ayúdanos a confiar en que aun las situaciones adversas pueden tener un final feliz. En el nombre de Jesús, Amén.
Cuando uno lee el libro de Génesis, difícilmente se hace uno la idea de que está hablando de una familia especial. La mayor parte del libro se ocupa de relatos de desobediencia, traición, corrupción y castigo. Pero no se equivoque. Detrás de la incapacidad humana se encuentra la mano de Dios conduciendo los hilos de la historia. Y al final del libro, el comentario de José a su propia vida es un resumen del libro: “Dios cambió ese mal en bien”. Y es la fidelidad de Dios la que ofrece una esperanza a nuestras familias que se mueven en un entorno no menos contaminado. Él sigue obrando a través de su gracia para llevarnos a Jesucristo, en quien sus promesas se hacen efectivas para sus hijos. Esperamos la lectura de este devocional le dé fuerzas para continuar en la batalla de levantar una generación para Dios.
Román Pérez Aguilar
Es pastor de la iglesia presbiteriana en México. Está casado con Esmeralda y tiene un hijo. Actualmente colabora en el Ministerio Reforma en el programa Vida en familia.