Génesis 37:1-20
DIME A QUIÉN PREFIERES…
“Israel quería a José más que a sus otros hijos, porque había nacido cuando él ya era viejo. Por eso le hizo una túnica muy elegante”.
Génesis 37:3
La preferencia hacia un hijo en el hogar es un caldo de cultivo de problemas en los demás miembros de la familia. Es difícil que no se produzcan rencores, diferencias y amargura en el corazón de los hijos. Nuestra tarea como padres es amar a nuestros hijos por igual y no mostrar preferencias por alguno de ellos.
Jacob repitió la historia de sus padres. Él creció con otro hermano que era el favorito de su padre, mientras que él era el favorito de la madre. Ahora Jacob ama a José más que a sus demás hermanos y lo peor es que no lo ocultaba delante de sus otros hijos. La túnica de colores es el emblema de esta preferencia dañina. Al hacerlo expuso al hijo que más amaba al odio y desprecio de sus hermanos.
Es cierto que nuestro trato con nuestros hijos varía de acuerdo con la personalidad, actitud y conducta de cada uno de ellos, pero nuestro amor no debe estar condicionado a eso. Debemos tener mucho cuidado en nuestra forma de criarlos; siempre tenemos que asegurarnos de que nuestros hijos sepan que los amamos por igual. El amor no se da por sentado, se debe expresar con palabras y acciones a todos nuestros hijos.
Las Escrituras dicen que Dios hace descender la lluvia sobre justos e injustos y Jesucristo es imparcial en su amor hacia nosotros. Por eso, debemos expresar amor y disciplina a todos nuestros hijos por igual.
Padre eterno, te pedimos que nos ayudes a ser justos en el amor y la disciplina de nuestros hijos, para que ellos se amen y se cuiden entre sí. Por Jesús, Amén