23 de julio del 2021
Levítico 16:20-28,34
ESPERANDO TODO EL AÑO
“ Una vez al año se celebrará el rito para obtener el perdón de los pecados que hayan cometido los israelitas”. Levítico 16:34
La espera hace todo más difícil. Tu rodilla artrítica es tan dolorosa que cuesta esperar el momento de la cirugía. Pero hay otros antes que tú. Así que esperas. Y ahora, después de la cirugía, hay que esperar a que el dolor desaparezca. Y el doctor dijo que tal vez algo de dolor quede.Durante todo el año Israel esperaba el día de la Expiación. Y, mientras tanto, el pecado por descuido y la inmundicia incurable seguían aumentando, día tras día. Si eras consciente de esto, no podías acercarte a la gente ni al altar. Pero una vez al año todo este sufrimiento y espera llegaba a su fin. Toda inmundicia y rebelión estaban completamente cubiertas por los sacrificios expiatorios. Aun así, tenías que esperar todo el año. Y mientras esperabas, sufrías la vergüenza y la mancha de tu pecado. Aprendías a esperar pacientemente a que Dios hiciera lo que prometió.Para nosotros hoy, el Señor ha hecho lo que prometió, de una vez por todas. Jesucristo, el Cordero de Dios, nos ha limpiado por completo, lavando la vergüenza y la mancha del pecado. Sin embargo, esperamos a que él vuelva. Y mientras lo hacemos, la vergüenza y la mancha del pecado nos tientan a creer que nada ha cambiado, que todavía estamos perdidos en nuestra inmundicia. No creas esa mentira. Aférrate a la verdad de la purificación de Cristo.
Vuelve, oh, Dios, nuestros ojos hacia Jesús para que nuestra fe sea paciente mientras esperamos su venida de nuevo. En el nombre de Cristo. Amén.
Tengo la alegría de presentar a nuestros lectores el Cada día de Julio. Aquí se trata un asunto muy alentador. En el camino de la vida podemos experimentar el cuidado de Dios. Él está de nuestro lado como una sombra a nuestra mano derecha. Nos guía con su consejo, reafirma nuestros pasos en la roca, pone una canción de victoria en nuestros labios y nos sostiene con su poder. Mi esperanza es que los siguientes textos sean un bálsamo para tu corazón, un aliento para tu alma y que tú, incluso en las circunstancias más difíciles de la vida, sepas que Dios te está cuidando. Nunca te dejará ir. Puedes confiar en Él. Lee cada texto con oración y pide al Espíritu Santo que aplique estas verdades divinas a tu corazón para que tú y tu familia experimenten las alegrías incalculables del cuidado divino. ¡Estoy seguro que, en los brazos del Eterno, encontrarás descanso y consuelo, alegría y paz, restauración y entusiasmo para vivir!
Hernandes Dias Lopes
Rev. Hernandes Dias Lopes es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Portugués “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.