Romanos 11:25-36
TODO ES PARA DIOS
“Porque todas las cosas vienen de Dios, y existen por Él y para Él”.
Romanos 11:36
Si hubiésemos sido obedientes desde el momento en que fuimos creados, las palabras del versículo de hoy serían aceptadas por toda la humanidad, sin cuestionamiento. Parece lógico: Si Dios creó el mundo, entonces el mundo le pertenece y le debe obediencia, ¿no es así?
Lamentablemente, en la realidad sucede lo contrario. Muchas personas han diseñado sus propios estilos de vida y quieren que Dios se ajuste a lo que ellos disponen. Sólo que Dios no es así, Él no se somete a nosotros. Dios hace una dura pregunta a Job: “¿Dónde estabas cuando yo afirmé la tierra? ¡Dímelo, si de veras sabes tanto”!
Al oír cómo esta pregunta sacude a Job, nos damos cuenta que todo el universo existe sólo porque Dios quiere que exista. El Creador ideó, planificó y ejecutó todo lo que existe y, por lo tanto, hasta puede parecer innecesario recalcar que todo pertenece a Él. Sin embargo, nuestra rebeldía hace que Dios de vez en cuando nos recuerde esta verdad, algunas veces de manera dulce y, otras, a través de experiencias amargas. Esperamos que Dios no tenga que intervenir drásticamente para que hagamos nuestra la oración de Moisés: “Desde antes que se formaran los montes y que existieran la tierra y el mundo, desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios”.
Desde antes que se formaran los montes, desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios. Lo creo y lo disfruto. Amén.