01 de mayo del 2021
Salmos 1:1-6
MENSAJEROS CONFIABLES
“Sino que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día”. .
Salmo 1:2
La información no escasea estos días, aunque navegar asiduamente en la internet no nos vuelve expertos. Hay gente que consulta en Google o Yahoo y quiere confrontar a su médico con retazos de conocimiento. Y lo mismo sucede a veces al abordar asuntos espirituales.
Mucha gente quiere tratar las cosas de Dios solo intelectualmente. No han tenido nunca una experiencia real de Dios, ni han aceptado a Jesús como salvador de sus vidas y, ni siquiera han leído un renglón de la Escritura. Si Jesús dejó en evidencia a los doctores de la ley de su tiempo, eso debería enseñarnos a ser cautos en cuanto a nuestro conocimiento espiritual.
¿Quieres hablar con propiedad de las cosas de Dios y del plan de salvación de Jesús? Entonces comienza por meditar detenidamente en la Palabra de Dios. Es necesario escudriñarla y buscar sabiduría en ella para no esparcir ideas erróneas que terminen por dejar a las personas más confundidas de lo que ya están. La gente necesita conocer al Dios verdadero y a su Hijo Jesucristo, pero como decía Pablo: “¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje?”. ¡Tú puede ser ese mensajero! Pero no olvides que ese mensaje debe estar saturado de la Palabra de Dios
Señor, despierta en mí el deseo frecuente de meditar en tu Palabra y de llevar tu conocimiento a las personas que necesitan escuchar de ti. Por Jesucristo, Amén.
Se ha ido ya una quinta parte del siglo XXI y no volverá más. Y, para asombro de todos, la pandemia del Covid-19 ha terminado con millares de vidas. ¿Qué hemos hecho para que la obra de Dios sea conocida en todos los rincones de la tierra? ¿Cómo hemos contribuido para que la Palabra de Dios esté a la disposición de las personas? Entiendo que nuestro día a día esté lleno de tareas, de compromisos que cumplir y cuentas qué pagar... pero ¿qué hemos hecho por la obra de Dios y por la divulgación de su evangelio? Vamos a reflexionar un poco sobre este tema con algunos pasajes que nos ayudarán a responder a esta pregunta: ¿Qué es lo que Dios espera de cada uno de nosotros? Nuestro deseo es que seamos identificados como predicadores del Evangelio de la Salvación, del mensaje de vida por medio de Cristo que un día llegó hasta nosotros
Edison Souza
Periodista y presbítero en La Iglesia Presbiteriana de Campinas São Paulo, Brasil