Lucas 24:17-24
ESPERANZA MARCHITA
“Nosotros teníamos la esperanza de que él sería el que había de libertar a la nación de Israel”.Lucas 24:21
Hay un dejo de tristeza en las palabras de los discípulos: “teníamos la esperanza…” Describen una esperanza nacida en el pasado pero que ahora se ha desvanecido. Tres días atrás el futuro les sonreía como una ventana abierta, pero ahora caminan son la imagen viva del desengaño. ¿Ha experimentado esa sensación de decepción y frustración alguna vez?
Cleofas y un amigo regresan de Jerusalén a casa en un trayecto que se les hace interminable. Habían viajado allá llenos de esperanza: esperaban que Jesús fuera el que redimiera a Israel. Todo deja ver que Jesús era para ellos su última esperanza. Ahora no les queda otra cosa qué hacer que irse a casa después de la muerte de Jesús. Sus corazones estaban por el suelo.
Muchos de nosotros podemos identificarnos con su tristeza. Algunos padres regresan a casa del hospital con un asiento infantil vacío en el automóvil. Algunas personas se someten a una cirugía que se espera resuelva todo, pero empeora las cosas. Y a veces una persona joven que prometía tanto toma una dirección destructiva sin que el daño se pueda revertir.
Necesitamos una esperanza que se eleve por encima de los quebrantos de la vida. Ésta viene a través de la victoria de Cristo, que nos promete su presencia para enderezar los caminos torcidos de este mundo.
Padre celestial, ponemos todas nuestras esperanzas en ti. Gracias por escucharnos. Gracias por la esperanza restaurada por tu promesa de nueva vida en tu Hijo. Amén.