Génesis 12:1-4
ENTREGA TOTAL
“Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te voy a mostrar”.
Génesis 12:1
El ayuno es un ejercicio espiritual saludable. Después de un período de ayuno, es posible que nos percatemos que existen comportamientos y actitudes de los que podemos prescindir, y nuevas prácticas que pueden ayudar a iluminar nuestro camino. Como señal de devoción al Señor, es posible que deseemos renunciar a viejos hábitos y desarrollar una nueva disciplina espiritual, conscientes de que también requerirá un arduo trabajo. Por ejemplo, no es fácil renunciar a una lengua rebelde, un ojo lascivo o a comer y beber sin control. Tampoco es fácil dedicar más tiempo a la oración y la meditación, ayudar con más gozo al prójimo o concentrarse más en honrar a Dios en nuestra adoración.
Pocos de nosotros dejamos todo atrás inmediatamente, como hicieron Abram y los discípulos de Jesús. La mayoría de nosotros hacemos cambios paso a paso. La Biblia también muestra que Abraham y los discípulos lucharon en su caminar con Dios. No progresaron por sí mismos; lo hicieron con Dios y en su fuerza.
Por ser una clave importante en nuestra disciplina espiritual, el ayuno es importante en todo tiempo. Es una buena oportunidad para escuchar la voz de Dios, examinar las cargas que nos constriñen y dejar ir algo para que podamos servir a Dios más libre y fielmente.
Señor, danos la sabiduría para reconocer las cargas que ralentizan nuestro caminar contigo, y la fuerza para entregarlas y acercarnos a ti. Amén.