Levítico 8:31-36
ORDENADOS PARA UN SERVICIO ESPECIAL
“ Y Aarón y sus hijos hicieron todo lo que el Señor había ordenado por medio de Moisés”.
Levítico 8:36
Cada israelita era un sacerdote (Éxodo 19:5), pero algunos de ellos eran llamados a un servicio especial. Debido a que estos sacerdotes ayudaban a conectar la vida diaria de Israel con la presencia de Dios, tenían que realizar rituales especiales de purificación, sacrificio y vestimenta. Israel necesitaba de estos sacerdotes especiales porque Dios vivía en medio de ellos. Sólo siguiendo la instrucción divina Aarón y sus hijos se convirtieron en siervos especiales en el palacio del Gran Rey.
Hay cosas que no cambian mucho. Todavía necesitamos a alguien que se mueva entre nuestra vida diaria y la presencia de Dios. Hoy sabemos que este sacerdote es Jesucristo. Él es el gran Sumo Sacerdote nombrado por Dios Padre que intercede por nosotros en el palacio del Gran Rey. Obediente a las instrucciones de su Padre, hasta la muerte como el Cordero de Dios, este Sumo Sacerdote nos acompaña a la presencia misma de Dios (Hebreos 10:19-25).
Todo el pueblo de Dios es sacerdote instruido para vivir en su presencia (1 Pedro 2:9). Pero hasta que Cristo venga de nuevo, algunos del pueblo de Dios están llamados al servicio especial. Los ministros, los ancianos y los diáconos son mayordomos del Evangelio en el nombre de Jesús. Escucha a Cristo en ellos. Ora por ellos.
Gracias, Padre, por traernos a tu presencia a través de Cristo. Ayúdanos también a apoyar a aquellos a quienes has puesto para servir de manera especial entre tu pueblo. En Jesús, Amén.