28 de marzo del 2021
Lucas 19:28-44
CEGUERA EN JERUSALÉN
“¡Si en este día tú también entendieras lo que puede darte paz! Pero ahora eso está escondido y no puedes verlo”.
Lucas 19:42
Los discípulos no podían evitar elogiar a Jesús cuando entró en Jerusalén, porque habían visto sus maravillas. Habían escuchado su asombrosa enseñanza y habían visto muchos milagros, desde el caminar de Jesús sobre el agua hasta resucitar personas de entre los muertos. Y como dice el Salmo 122, el solo hecho de ir a Jerusalén y buscar su paz en la casa del Señor era motivo de alabanza y gozo.
Pero no todos veían las cosas de la misma manera. Los líderes religiosos se quejaron de la estridente alabanza de los discípulos a Jesús. Uno pensaría que estos maestros de la Palabra de Dios responderían a la obra de Jesús con entusiasmo, al igual que sus discípulos. Pero lo rechazaron porque querían un mesías político, y ahora la oportunidad de encontrar paz estaba oculta a sus ojos. A diferencia del ciego que recibió la vista, Jerusalén había perdido la capacidad de ver.
La Jerusalén ciega buscaba la solución equivocada a sus problemas. No buscaban a alguien que los salvara de sus pecados. Querían a alguien que los salvara de la tiranía de los romanos que los gobernaban. La paz de Jerusalén, y la paz verdadera para cada uno de nosotros, solo puede provenir de Jesús, el Rey de todas las cosas, quien entregó su vida para que todos los que creyeran en él pudieran vivir. ¿Crees en él?
He escuchado las buenas noticias, Señor. Ayúdame a verte claramente cada día y a creer en ti como Salvador, Señor y Rey. Amén.
Esta simple pregunta tiene respuestas complicadas. Tal vez usted está sentado en una silla cómoda en la sala, o frente a su computadora en su oficina o sosteniendo un teléfono mientras camina. Esas son respuestas geográficas a la pregunta, y también podrían no ser de mucha ayuda, como si respondiéramos “en el planeta Tierra” o “dándole la vuelta al sol como todos los días”. Pero “¿Dónde estás?” podría estar buscando una respuesta espiritual. Dios hizo esa pregunta a Adán y Eva en el Jardín del Edén, después de que cayeron en el pecado (Génesis 3:9). Y nos hace esa pregunta hoy. No está buscando una respuesta física. Quiere saber dónde estamos en nuestro caminar con él, dónde estamos espiritualmente. Nuestro tema de marzo para las devociones del Cada día, nos ayudará a responder a esa pregunta. Vamos a examinar las dificultades y tentaciones que enfrentamos en la vida cristiana y veremos cómo podemos ser fortalecidos para luchar contra el pecado. Y cerca del fin de mes seguiremos a Jesús mientras viaja por el camino a Jerusalén para ofrecerse en sacrificio por nuestros pecados. Al leer los devocionales Cada día de este mes, ¡que se refresquen, se reenfoquen y se renueven en la Palabra de Dios!
Arie C. Leder
Arie C. Leder fue maestro de Antiguo Testamento en el Seminario Calvino de Grand Rapids, Michigan. Él también sirvió como pastor en Canadá y fue misionero en América Latina por varios años. Arie ha dedicado gran parte de su carrera al estudio del pentateuco y los libros históricos.