24 de marzo del 2021
Lucas 9:51-58
DE VUELTA A JERUSALÉN
“Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo, emprendió con valor su viaje a Jerusalén”. Lucas 9:51
Después de tres años de enseñar y sanar como parte del anuncio de las buenas nuevas del reino de Dios, Jesús sabía que el momento de ir a Jerusalén había llegado. Allí entraría a la ciudad como el Mesías prometido, limpiaría el templo, sería arrestado y golpeado, moriría en una cruz y después resucitaría.
Jesús estaba determinado a soportar todo, y se concentró tanto en su tarea que ni siquiera la falta de hospitalidad del pueblo samaritano lo distrajo. Al contrario, cuando sus discípulos quisieron hacerles pagar por su insolencia, él los reprendió y se marchó a otra aldea. Como él mismo dijo, “el Hijo del Hombre no tiene lugar donde recostar la cabeza”. Jesús sabía que no tenía a dónde ir más que a Jerusalén y la cruz, y nada se lo impediría.
Debido a que el objetivo de la vida cristiana es crucificar nuestras pasiones con Cristo, debemos, con gran determinación, mantener nuestra mirada fija en Jesús y seguirle. No despeguemos nuestros ojos de aquel que soportó la “oposición de pecadores”, incluida la humillación de la falta de hospitalidad. Por nuestro bien, incluso “soportó la cruz”. Si fijamos nuestra mirada en todo lo que él ha hecho por nosotros, no nos “cansaremos ni desmayaremos”. Y, como nos lo ha prometido, nuestro Señor crucificado y resucitado estará con nosotros a cada paso del camino.
Señor, mantén mis ojos en Jesús, para que nada me distraiga de seguirlo. Jesús, gracias por pagar el precio de todos mis pecados en la cruz. En tu nombre, Amén.
Esta simple pregunta tiene respuestas complicadas. Tal vez usted está sentado en una silla cómoda en la sala, o frente a su computadora en su oficina o sosteniendo un teléfono mientras camina. Esas son respuestas geográficas a la pregunta, y también podrían no ser de mucha ayuda, como si respondiéramos “en el planeta Tierra” o “dándole la vuelta al sol como todos los días”. Pero “¿Dónde estás?” podría estar buscando una respuesta espiritual. Dios hizo esa pregunta a Adán y Eva en el Jardín del Edén, después de que cayeron en el pecado (Génesis 3:9). Y nos hace esa pregunta hoy. No está buscando una respuesta física. Quiere saber dónde estamos en nuestro caminar con él, dónde estamos espiritualmente. Nuestro tema de marzo para las devociones del Cada día, nos ayudará a responder a esa pregunta. Vamos a examinar las dificultades y tentaciones que enfrentamos en la vida cristiana y veremos cómo podemos ser fortalecidos para luchar contra el pecado. Y cerca del fin de mes seguiremos a Jesús mientras viaja por el camino a Jerusalén para ofrecerse en sacrificio por nuestros pecados. Al leer los devocionales Cada día de este mes, ¡que se refresquen, se reenfoquen y se renueven en la Palabra de Dios!
Arie C. Leder
Arie C. Leder fue maestro de Antiguo Testamento en el Seminario Calvino de Grand Rapids, Michigan. Él también sirvió como pastor en Canadá y fue misionero en América Latina por varios años. Arie ha dedicado gran parte de su carrera al estudio del pentateuco y los libros históricos.