22 de marzo del 2021
Levítico 16:15-19, 29-33
UNA VEZ AL AÑO PARA TODOS
“ Este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados”.
Levítico 16:30 (RVR60)
No es fácil dejar los vicios o cambiar los defectos del carácter. Aunque Dios nos llama a vivir una vida nueva, muchas veces nos desalentamos al recaer en actitudes dañinas y acciones indecorosas. A veces podemos llegar a creer que ya Él está cansado de nuestras fallas, y de nuestra constante búsqueda de perdón.
El pueblo de Israel sabía lo que es la lucha con el pecado. Aunque los sacerdotes trabajaban diariamente diagnosticando la limpieza y la inmundicia, no eran perfectos. ¿Había una terrible falla en la ley de Dios? No, el problema estaba en los sacerdotes y las personas que prometían cumplirla, pero no lo hacían o no podían. Los efectos del pecado en nuestra vida son un recordatorio continuo de nuestra inmundicia ante Dios.
Todos nosotros vivimos bajo los efectos del pecado. Pero la buena noticia es que Dios es misericordioso. Para todos los casos que los sacerdotes resultaban incapaces o que el pueblo no denunciaba Dios estableció el día de la Expiación. En ese gran día toda la inmundicia era cubierta por los sacrificios prescritos. En el día la de Expiación sabías que Dios había escuchado tu grito pidiendo purificación. ¿Estás avergonzado y lleno de culpa por tu inmundicia ante Dios? Pon tu mirada en Jesús, quien en la cruz expió todos nuestros pecados, ¡para siempre!
Señor, ten piedad de mí, un pecador desde el nacimiento. Gracias por el sacrificio expiatorio de Jesús, que murió para cubrir todo nuestro pecado y darnos una vida nueva. En su nombre, Amén.
Esta simple pregunta tiene respuestas complicadas. Tal vez usted está sentado en una silla cómoda en la sala, o frente a su computadora en su oficina o sosteniendo un teléfono mientras camina. Esas son respuestas geográficas a la pregunta, y también podrían no ser de mucha ayuda, como si respondiéramos “en el planeta Tierra” o “dándole la vuelta al sol como todos los días”. Pero “¿Dónde estás?” podría estar buscando una respuesta espiritual. Dios hizo esa pregunta a Adán y Eva en el Jardín del Edén, después de que cayeron en el pecado (Génesis 3:9). Y nos hace esa pregunta hoy. No está buscando una respuesta física. Quiere saber dónde estamos en nuestro caminar con él, dónde estamos espiritualmente. Nuestro tema de marzo para las devociones del Cada día, nos ayudará a responder a esa pregunta. Vamos a examinar las dificultades y tentaciones que enfrentamos en la vida cristiana y veremos cómo podemos ser fortalecidos para luchar contra el pecado. Y cerca del fin de mes seguiremos a Jesús mientras viaja por el camino a Jerusalén para ofrecerse en sacrificio por nuestros pecados. Al leer los devocionales Cada día de este mes, ¡que se refresquen, se reenfoquen y se renueven en la Palabra de Dios!
Arie C. Leder
Arie C. Leder fue maestro de Antiguo Testamento en el Seminario Calvino de Grand Rapids, Michigan. Él también sirvió como pastor en Canadá y fue misionero en América Latina por varios años. Arie ha dedicado gran parte de su carrera al estudio del pentateuco y los libros históricos.