19 de marzo del 2021
Romanos 12:3-18
EL CELO DE LA HORMIGA
““Esfuércense, no sean perezosos y sirvan al Señor con corazón ferviente”.
Romanos 12:11
No se puede evitar que las hormigas hagan su trabajo. No importa cuántas veces barra la arena que han pasado a través de las grietas en su camino de entrada, pueden hacerlo de nuevo mañana, y al día siguiente, y al siguiente.
Las hormigas hallan su realización en el trabajo; todo lo que les importa es hacer aquello para lo cual Dios las creó. Pero Dios se preocupa por nosotros incluso más que por las hormigas. Y él nos equipa, como a ellas, para entregarnos a hacer con diligencia aquello para lo cual él nos ha creado: amarlo a él por encima de todo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Con la ayuda de Dios, podemos amar con sinceridad, como nos instruye Pablo. Podemos odiar lo que es malo; y aferrarnos a lo bueno. Podemos dedicarnos al amor fraternal y a ser celosos en nuestro fervor espiritual. La hospitalidad, la paciencia, el compartir con los demás, el vivir en armonía y otros rasgos positivos se consideran importantes para un cristiano que está tratando de servir al Señor.
Esta es una tarea difícil. Es un trabajo de tiempo completo. Pero los dones de Dios simplemente le darán batalla al descuido espiritual porque, como la hormiga, tendremos bastante que hacer desde la mañana hasta la noche. Y podemos volver a hacerlo el día siguiente y el siguiente.
Gracias, Señor, por equiparnos para hacer tu buena voluntad todo el día, y todos los días. En nombre de Cristo. Amén.
Esta simple pregunta tiene respuestas complicadas. Tal vez usted está sentado en una silla cómoda en la sala, o frente a su computadora en su oficina o sosteniendo un teléfono mientras camina. Esas son respuestas geográficas a la pregunta, y también podrían no ser de mucha ayuda, como si respondiéramos “en el planeta Tierra” o “dándole la vuelta al sol como todos los días”. Pero “¿Dónde estás?” podría estar buscando una respuesta espiritual. Dios hizo esa pregunta a Adán y Eva en el Jardín del Edén, después de que cayeron en el pecado (Génesis 3:9). Y nos hace esa pregunta hoy. No está buscando una respuesta física. Quiere saber dónde estamos en nuestro caminar con él, dónde estamos espiritualmente. Nuestro tema de marzo para las devociones del Cada día, nos ayudará a responder a esa pregunta. Vamos a examinar las dificultades y tentaciones que enfrentamos en la vida cristiana y veremos cómo podemos ser fortalecidos para luchar contra el pecado. Y cerca del fin de mes seguiremos a Jesús mientras viaja por el camino a Jerusalén para ofrecerse en sacrificio por nuestros pecados. Al leer los devocionales Cada día de este mes, ¡que se refresquen, se reenfoquen y se renueven en la Palabra de Dios!
Arie C. Leder
Arie C. Leder fue maestro de Antiguo Testamento en el Seminario Calvino de Grand Rapids, Michigan. Él también sirvió como pastor en Canadá y fue misionero en América Latina por varios años. Arie ha dedicado gran parte de su carrera al estudio del pentateuco y los libros históricos.