Juan 13:31-35
UN NUEVO ESTÁNDAR DE AMOR
“Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes...”Juan 13:34
Los discípulos ya conocían el mandamiento de amar al prójimo como a sí mismos. Ahora Jesús les da un nuevo mandamiento: amarse los unos a los otros como él los había amado. Ese amor es nuevo, porque implica un nuevo modelo. Cristo nos amó no solo como a sí mismo; nos amó más allá de esto. Nos amó y dio su vida por nosotros. Nos amó y murió por nosotros. Nos amó y bebió el cáliz amargo de la ira de Dios en nuestro lugar, para que nosotros bebamos, en grandes sorbos, de la fuente de la salvación.
Ese amor es nuevo, también por el resultado. Jesús dice que seríamos conocidos como sus discípulos por ese amor (Juan 13:35). El amor es la apologética final y el argumento irresistible. La evidencia de un discípulo no es su conocimiento adquirido, sino el amor que demuestra. Nuestra identidad se avala no sólo por las doctrinas que defendemos, sino por el amor que practicamos.
El mundo va a creer no por la fuerza de nuestro argumento, sino por la evidencia de nuestro amor. El evangelio predicado a los ojos mediante la práctica del amor avala el evangelio predicado a los oídos. ¿Ama usted a sus hermanos? ¿Ha sido reconocido como un discípulo de Cristo? Que su amor pruebe su fe. ¡Que todos sus actos sean hechos en amor, y que, así, todos vean que usted es un discípulo de Cristo!
Señor, queremos ser discípulos fieles mostrando el amor a nuestro prójimo cada día de nuestras vidas. Amén.