13 de febrero del 2021
Juan 13:1-11
AMOR PERSEVERANTE
“Él siempre había amado a los suyos que estaban en el mundo, y así los amó hasta el fin”.
Juan 13:1
¿Quién podría describir el amor de Cristo, ese amor que nos constriñe? ¿Quién podría, con exactitud, identificar las virtudes de ese amor? El apóstol Juan, el discípulo amado, señala que el amor de Jesús por sus discípulos fue perseverante, pues siguió amando a los suyos que estaban en el mundo, y los amó hasta el fin. Los amó hasta el fin no porque ellos correspondieran a su grande amor. Los amó hasta el fin no porque ellos merecieran su inmenso amor. Los amó hasta el fin no porque comprendieran su amor perseverante.
Sobre Jesús se proyectaba la sombra de la cruz, y, aun así, sus discípulos se disputaban entre sí las posiciones de privilegio. Jesús iba a ser entregado en manos de pecadores, traicionado por uno de sus propios discípulos. Jesús estaba a punto de ser apresado en el Getsemaní y sus discípulos se dispersarían movidos por la cobardía. Jesús iba a ser juzgado por los líderes de Israel y uno de sus discípulos le negaría cobardemente, después de haberle prometido fidelidad incondicional.
Jesús estaba consciente de que sería apresado, juzgado, condenado a muerte, y muerte de Cruz, y, aun así, no intentó salvar su vida, sino se entregó por nosotros. ¡Oh, sublime amor! ¡Oh, inmerecido amor! ¡Oh, incomparable amor! Amor que sufre, que sangra, que muere en favor de su pueblo.
Gracias, Señor por amarnos inagotablemente. Ayúdanos a entregar nuestra vida en completa obediencia a ti. Amén.
Siento gran alegría al presentar a nuestros lectores el Cada día de Febrero del 2021. Este devocional se ocupa del tema más importante de la agenda cristiana: el amor. No es un asunto trivial o secundario, sino la esencia misma del Evangelio. El amor es el mandamiento más grande. Es el cumplimiento de la ley. Es la manifestación plena de la justicia. Sin amor no hay cristianismo, pues quien no ama no conoce a Dios. Quien no ama al prójimo no puede amar a Dios. Aquellos que fueron transformados por el amor de Dios deben expresar este amor dando su vida por sus hermanos y hermanas. Jesús fue categórico al afirmar que debemos amar a nuestros hermanos como él nos amó. Este amor es el argumento irresistible y la evidencia capital de que somos sus discípulos. Lee estos mensajes rogando a Dios que ilumine su corazón y toque su vida, trayendo transformación en las áreas que necesitan ser restauradas por Dios. ¡Oramos por usted!
Hernandes Dias Lopes
Es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Português “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.