1 Tesalonicenses 5:12-22
NO RECLAME, DÉ GRACIAS
“Den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús”1 Tesalonicenses 5:18
La vida tiene circunstancias difíciles. El trayecto de la cuna a la sepultura es a menudo sufrido. Dolores, enfermedades, desencantos y debilidades nos asaltan. ¿Qué podemos hacer? ¿Murmurar, amargarnos el corazón, volvernos contra Dios? ¡No! la Palabra de Dios enseña que debemos dar gracias a Dios en todo. La gratitud toma el lugar de la murmuración. Acciones de gracias bañan nuestra alma con el rocío de la gratitud. La alabanza nos coloca por encima de las nubes oscuras de la vida. La alabanza no solo cambia las circunstancias sino también nuestro corazón.
Cuando alabamos a Dios en medio de la tempestad, él transforma la tormenta en bonanza. El apóstol Pablo había sido expulsado de Tesalónica, pero al escribir a la iglesia de esa ciudad, él orienta a los creyentes a dar gracias a Dios en todo. Él no se alegra del sufrimiento en sí, sino en lo que éste puede producir en nuestro corazón.
Dios trabaja en nosotros cuando somos lanzados en el horno del sufrimiento. El fuego de Dios no solo quema nuestras ataduras, sino también depura nuestra vida. Las pruebas hacen que nos quebrantemos, y seamos más humildes y llenos de gracia. No endurezca su corazón por las adversidades. Adore a Dios, cante alabanzas a su nombre y ríndale acciones de gracias. Eso cambiará su vida. Eso producirá un impacto duradero en las personas.
Padre eterno, ayúdame a llenar mi corazón de alabanza y gratitud a ti. Por el amor de Jesús. Amén.