30 de enero del 2021
Salmo 127:1-5
SUS HIJOS SON HERENCIA DE DIOS
“Los hijos que nos nacen son ricas bendiciones del Señor”
Salmo 127:3
El mejor patrimonio que los padres tienen son sus hijos. Las personas valen más que las cosas, y los hijos vienen antes que las demás personas. Recibimos los hijos no como una conquista, sino como una herencia. Una herencia es algo que recibimos sin merecerlo. Es una dádiva. Nuestros hijos son un regalo de Dios, nuestro Padre, y, aun así, continúan perteneciéndole a él.
Debemos invertir en ellos y prepararlos para servir a Dios. Debemos educarlos para la gloria de Dios. Necesitamos amar a Dios e inculcarles ese mismo amor. Debemos andar en los caminos de Dios y plantar en ellos esos mismos principios. Debemos caminar con ellos, sirviéndoles de ejemplo, a fin de que jamás se aparten de los preceptos divinos. Necesitamos transmitir a nuestros hijos lo que recibimos de nuestros padres. Debemos enseñar lo que aprendemos. Enseñar con el ejemplo y después con la doctrina.
Nuestra vida necesita ser el ejemplo de nuestras palabras. Nuestros hijos deben ver en nosotros aquello que les hemos transmitido. Nuestras palabras susurran a sus oídos, pero nuestro ejemplo grita a sus corazones. Necesitamos amar a nuestros hijos al punto de establecerles límites. Necesitamos vigilar nuestras actitudes, a fin de no provocarlos a ira. Nuestro compromiso es criarlos en disciplina y amonestación del Señor.
Gracias, Señor, por el gran regalo que nos has dado en nuestros hijos. Ayúdanos a ser un buen hijo tuyo. En Jesús, Amén.
Estamos comenzando el año de 2021. En el año que concluimos tuvimos luchas inmensas, descendimos a valles oscuros, cruzamos desiertos tórridos y atravesamos pantanos peligrosos. Ahora, nos adentramos en los umbrales de un año más, trayendo en el equipaje muchas expectativas y no pocos temores. No se deje vencer por el desánimo. No sucumba al pesimismo. Sepa que Dios está sentado en su trono, tiene las redes de la historia en sus manos y gobierna a las naciones. Al mismo tiempo, ese Dios soberano se preocupa por usted, con sus luchas, sus sueños y sus necesidades. Coloque su carga a sus pies. Descanse en su cuidado, lleno de ternura. Él le ama a usted, trabaja en usted y le conducirá en victoria. Lea cada devocional con el alma sediente, con el corazón abierto a todo cuanto Dios preparó para usted. En la mesa del Padre hay pan en abundancia. En la presencia de Dios hay delicias para siempre. ¡Buena lectura!
Hernandes Dias Lopes
Es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Português “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.