25 de enero del 2021
Salmo 1:1-6
ESTUDIE LA BIBLIA
“Sino que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día”
Salmo 1:2
Dwight L. Moody, el gran evangelista norteamericano del siglo diecinueve, escribió en su Biblia: “Este libro te apartará del pecado… o el pecado te apartará de este libro”. La Palabra de Dios es viva y poderosa. Ella nos examina a medida que la leemos. Cuanto más la conocemos, más ella discierne los secretos de nuestro corazón. Por medio de ella conocemos a Dios y somos santificados. Es ella la que sirve de instrumento para guardar puro nuestro corazón.
La Palabra de Dios es de más valor que el oro. Es más dulce que la miel. Meditar en ella deba ser nuestro deleite. La Palabra de Dios restaura el alma y alegra el corazón. Ella es la verdad y nadie ha conseguido destruirla. Ella también ha salido ilesa de los hornos de la intolerancia. Es el yunque de Dios que ha quebrado todos los martillos de los críticos.
La Palabra de Dios es poderosa. Los pecadores dados al crimen han sido transformados por su lectura. Las familias arruinadas han sido restauradas por sus enseñanzas. Las naciones envueltas en la oscuridad han encontrado luz en su mensaje. La Palabra de Dios es eficaz. Aquellos que la examinan encuentran en ella palabras de vida. Los creyentes en Jesús reciben vida eterna por medio de ella. Aquellos que, afligidos, buscan en ella consuelo, encuentran una fuente inagotable de refrigerio y paz. ¡Oh, bendita Palabra de Dios!
Señor, gracias por poner el alimento espiritual en nuestra mesa cada día. Por Jesucristo, Amén.
Estamos comenzando el año de 2021. En el año que concluimos tuvimos luchas inmensas, descendimos a valles oscuros, cruzamos desiertos tórridos y atravesamos pantanos peligrosos. Ahora, nos adentramos en los umbrales de un año más, trayendo en el equipaje muchas expectativas y no pocos temores. No se deje vencer por el desánimo. No sucumba al pesimismo. Sepa que Dios está sentado en su trono, tiene las redes de la historia en sus manos y gobierna a las naciones. Al mismo tiempo, ese Dios soberano se preocupa por usted, con sus luchas, sus sueños y sus necesidades. Coloque su carga a sus pies. Descanse en su cuidado, lleno de ternura. Él le ama a usted, trabaja en usted y le conducirá en victoria. Lea cada devocional con el alma sediente, con el corazón abierto a todo cuanto Dios preparó para usted. En la mesa del Padre hay pan en abundancia. En la presencia de Dios hay delicias para siempre. ¡Buena lectura!
Hernandes Dias Lopes
Es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Português “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.