11 de enero del 2021
Marcos 4:35-41
JESÚS CALMA LA TEMPESTAD
“Jesús se levantó y dio una orden al viento, y dijo al mar: ¡Silencio! ¡Quédate quieto! El viento se calmó...”
Marcos 4:39
En nuestra vida vamos a experimentar tempestades. Ellas son inevitables, inesperadas e incontrolables. Eso puede verse en el texto de hoy. Los discípulos entraron a la barca por orden de Jesús para cruzar al otro lado del mar de Galilea. Una vez en el mar, una fuerte tempestad los sorprendió. La barca se mecía, agitada por el viento. Los discípulos intentaron en vano controlar la situación. Pero las olas golpeaban la frágil embarcación, llenándola de agua. Un naufragio parecía inevitable.
Fue en ese momento que aquellos hombres asustados despertaron a Jesús, quien dormía en la barca. “¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo?”, le dijeron. Entonces Jesús, despertando, reprendió al viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Quédate quieto!”.
Cuando Jesús camina con nosotros no debemos tener miedo a las malas noticias. Cuando él está en nuestra barca, la furia del viento y la fuerza del mar no pueden devorarnos. Él es el creador del viento y del mar, y no puede ser amenazado por la criatura. Jesús es poderoso para calmar los vendavales de nuestra vida. Él tiene todo bajo su riguroso control. Nada escapa a su conocimiento y nadie puede desafiar su poder. El Hijo de Dios puede, ahora mismo, calmar las tempestades de tu vida.
Señor Jesús, perdóname por olvidar a veces que tú navegas conmigo. Ayúdame a no temer a la tempestad. Amén.
Estamos comenzando el año de 2021. En el año que concluimos tuvimos luchas inmensas, descendimos a valles oscuros, cruzamos desiertos tórridos y atravesamos pantanos peligrosos. Ahora, nos adentramos en los umbrales de un año más, trayendo en el equipaje muchas expectativas y no pocos temores. No se deje vencer por el desánimo. No sucumba al pesimismo. Sepa que Dios está sentado en su trono, tiene las redes de la historia en sus manos y gobierna a las naciones. Al mismo tiempo, ese Dios soberano se preocupa por usted, con sus luchas, sus sueños y sus necesidades. Coloque su carga a sus pies. Descanse en su cuidado, lleno de ternura. Él le ama a usted, trabaja en usted y le conducirá en victoria. Lea cada devocional con el alma sediente, con el corazón abierto a todo cuanto Dios preparó para usted. En la mesa del Padre hay pan en abundancia. En la presencia de Dios hay delicias para siempre. ¡Buena lectura!
Hernandes Dias Lopes
Es casado y tiene dos hijos. Es pastor presbiteriano, conferencista, autor y presentador. Tambien es director del Ministerio en Português “Luz para el Camino”, en Campinas, San Pablo - Brasil.