16 de octubre del 2025
Lamentaciones 3:19-27
AL DESPERTAR CADA MAÑANA
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. Lamentaciones 3:22-23
Hay mañanas en las que simplemente no queremos abrir los ojos. No hay energías, y la vida, en vez de esperanza, parece ofrecernos solo más carga. ¿Te ha pasado? ¿Has sentido alguna vez ese cansancio y el día apenas comienza? Eso es justo lo que hace tan poderoso este pasaje. No lo escribió alguien que estaba de vacaciones ni en un día tranquilo. Fue escrito en medio del dolor, la ruina, la desesperanza de todo un pueblo que había visto su mundo derrumbarse. Jeremías escribe estas palabras en el contexto de una devastación total. Jerusalén había sido destruida, las promesas parecían perdidas, y la esperanza… colgaba de un hilo. Y sin embargo, en medio de todo eso, levanta la mirada y dice: “No hemos sido consumidos. Dios todavía está aquí. Sus misericordias no fallan. Son nuevas. Son de hoy. Son para mí”. ¿Puedes imaginar lo que eso significa? Que no importa cómo fue ayer, o cuánto dolió la noche… hoy hay misericordia nueva. No reciclada. Nueva. Como el pan fresco salido del horno del cielo, preparado especialmente para lo que necesites hoy: consuelo, perdón, fuerza, dirección, valor. Y todo esto por una razón: porque grande es su fidelidad. Con Dios, cada nuevo día es una página en blanco, no una continuación automática de la noche anterior. Quizá hoy te cueste levantarte. Pero Dios ya ha preparado misericordia suficiente para ti.
Señor, gracias por cada nuevo día que nos regalas. Ayúdanos a recibirlo con gratitud y alegría, sabiendo que nos amas y nos cuidas. En Jesucristo, tu Hijo. Amén.