Marcos 10:1-16
RECIBIENDO EL REINO COMO NIÑOS
“De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Marcos 10:15
Las palabras de Jesús son sorprendentes. ¿Significa esto que los adultos no tienen lugar en el reino? No. Jesús no está diciendo que solo los niños son bienvenidos. Lo que Él quiere es que los adultos vengan como niños. Con confianza. Con apertura. Con alegría y una dependencia total en el Padre.
Los niños no vienen con una lista de méritos. No se acercan presumiendo logros o conocimientos. Vienen con el corazón abierto, con una fe sencilla y con la expectativa de que serán amados. Jesús honra esa actitud, y nos invita a que también la cultivemos.
No se trata de entenderlo todo, sino de acercarse. No de tener todas las respuestas, sino de confiar en Aquel que las tiene. Y esto lo vemos en el pasaje precedente, en la forma en que los adultos se presentan a Jesús para plantearle un dilema. Mientras la multitud discute, analiza o cuestiona, los niños simplemente se acercan a Jesús y se quedan allí, en Su presencia. Eso es lo que Él desea de nosotros.
Tal vez tú también has estado observando a Jesús desde la distancia. Quizá te has sentido indigno, confundido o demasiado ocupado para detenerte y venir a Él. Pero la invitación sigue en pie: ven como un niño. La buena noticia es que cuando nos acercamos a Dios por medio de Jesús, Él no nos aleja. Nos recibe con brazos abiertos, como un Padre amoroso recibe a sus pequeños.
Padre, queremos vivir eternamente en tu reino. Concédenos la fe de un niño para confiar en ti y abrazar el perdón y la aceptación que nos ofreces en Cristo Jesús. En su nombre, Amén.