Salmo 46:1-11
CUANDO TODO TIEMBLA, DIOS SIGUE FIRME
“¡El Señor todopoderoso está con nosotros! ¡El Dios de Jacob es nuestro refugio!”.
Salmo 46:7
Hace poco estuve en una ciudad conocida por su actividad sísmica. Mientras caminaba dentro de una tienda, una alarma de emergencia comenzó a sonar. En cuestión de segundos, el pánico se apoderó de la gente: algunos corrieron, otros intentaban calmarse, y los empleados urgían a todos a salir. Pero al final, no había temblor; solo era un simulacro.
Vivimos en un mundo donde la incertidumbre es parte de la vida. La tecnología ha avanzado, nos da alertas y predicciones, pero aun así, nunca podemos sentirnos completamente seguros. No sabemos cuándo llegará la próxima tormenta, el siguiente temblor o la próxima crisis. Ahora, imagina cómo era hace miles de años, sin alarmas ni pronósticos. La gente estaba a merced de los eventos naturales, sin advertencias previas. Pero en medio de esa realidad, el salmista nos recuerda algo poderoso: nuestra confianza no está en sistemas humanos, sino en el Dios que gobierna sobre el mar, la tierra y toda la creación.
Necesitamos un refugio firme. Un Dios que no solo esté presente en los pequeños problemas de la vida, sino que sostenga nuestro mundo incluso en medio de las crisis más devastadoras. Podemos vivir sin temor porque Dios está con nosotros. Él no nos abandona en la tempestad. Así que, cuando las alarmas de la vida suenen y el miedo quiera apoderarse de ti, recuerda: Dios sigue en control.
Pongo toda mi confianza en ti, oh Dios, porque sé que nunca me abandonarás. Toma mi vida en tus brazos. En el nombre de Jesucristo, te lo pido. Amén.