2 Timoteo 4:6-8
EN PAZ CON NUESTRA MORTALIDAD
“Entonces Caín respondió al Señor: —Yo no puedo soportar un castigo tan grande”. Génesis 4:13
¿Te sientes en paz cuando reflexionas acerca del fin de tus días? Aunque nuestra vida con Cristo nunca termina, nuestro viaje en esta tierra no dura para siempre. Un día estaremos en la presencia de nuestro Creador. ¿Estás preparado para hacerlo?
En 2 Timoteo 4 el apóstol Pablo reflexiona sobre esta importante reunión. Al pensar sobre el final de su vida en la tierra su corazón se llena de emoción y su imaginación se desborda. Él habla de manera honesta de su tristeza, pero muestra también cuán fuerte es la esperanza que lo sostiene. Al meditar sobre sus años como apóstol de Cristo, Pablo utiliza un lenguaje que proviene del mundo del deporte. Él dice que ha terminado con éxito la carrera y ha observado todas las reglas, las enseñanzas de Cristo. Ha mantenido la fe y ahora está listo para aceptar su premio: la corona de justicia.
A lo largo de su ministerio Pablo ha confiado en su Salvador. Él está haciendo lo mismo ahora que se acerca el final de su vida en la tierra y espera una nueva aventura en la presencia de Dios. Cuando nuestra vida en esta tierra llegue al fin del recorrido, ¿podremos decir que hemos peleado la buena batalla y mantenido la fe? ¿Recibiremos la corona de justicia? Solo por la gracia de Dios podemos vestirnos con la justicia de Cristo, ser fieles a lo largo de nuestra vida y recibir un día la corona de justicia.
Padre, ayúdanos a estar preparados para encontrarnos contigo. Guíanos siempre en tu camino, y haznos dignos en Cristo de recibir la corona de justicia. En el nombre de tu Hijo, amén.