Romanos 12:9-21
PACIFICADORES PARA CRISTO
“Entonces Caín respondió al Señor: —Yo no puedo soportar un castigo tan grande”. Génesis 4:13
El esfuerzo de las Naciones Unidas por mantener la paz comenzó en 1948. Desde entonces, el personal de mantenimiento de la paz de la ONU ha participado en 72 misiones en todo el mundo. La primera operación de misión de las fuerzas de paz de la ONU fue mantener un alto al fuego durante la guerra árabe-israelí de 1948. Cuarenta años después, la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU recibió el Premio Nobel de la Paz, y su misión en el Medio Oriente se mantiene aún en operación.
Los cristianos también estamos llamados a ser pacificadores. Este llamado forma parte del deseo divino de que sus hijos pongan el amor en acción. En Cristo, el amor no se queda en palabras sino se demuestra con hechos. Esto se hace a través de la devoción, la humildad, la generosidad, el entusiasmo espiritual, la empatía y la hospitalidad.
Es por esto que el apóstol Pablo nos insta a “vivir en paz con todos”. Y lo matiza diciendo: “Hasta donde dependa de ustedes”. El llamado bíblico es realista en cuanto a los efectos del pecado en nuestras relaciones con los demás. Pero eso no es obstáculo para que quienes forman parte de la familia de Dios hagan lo que dependa de ellos. Es una vocación de por vida que a veces puede ser dura y poco glamorosa. Sin embargo, al luchar por mantener la paz tenemos un premio: la paz y el favor de Dios.
Señor, ayúdanos a amar a los demás como tú nos has amado: con compasión y cuidado. Danos sabiduría para ser pacificadores en nuestras relaciones diarias. En Cristo, amén.