Salmo 34:15-22
DIOS VE TU DOLOR
"El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza". Salmo 34:18
El dolor de perder a alguien que amamos es un vacío imposible de ignorar. Hay momentos en los que el silencio pesa, los recuerdos duelen y la ausencia parece insoportable. Pero en medio de la tristeza, Dios nos da una promesa: Él está cerca. Cuando lloramos, Él nos ve. Cuando sentimos que la esperanza se desvanece, Él nos sostiene. El Señor no solo entiende nuestro dolor, sino que se acerca a nosotros con compasión, trayendo consuelo y paz. No hay oración que Él no escuche, ni lágrima que pase desapercibida. En su presencia encontramos el refugio que nuestro corazón necesita.
Afrontar el duelo toma tiempo y gracia, pero no caminamos solos. Las memorias de quienes hemos perdido pueden ser un recordatorio del amor y las bendiciones que Dios nos ha dado a través de ellos. Su legado sigue vivo en nosotros, en las enseñanzas que nos dejaron, en los momentos compartidos y en la manera en que impactaron nuestras vidas. En lugar de solo enfocarnos en la pérdida, podemos agradecer a Dios por el regalo de haberlos conocido y amado.
Pero lo más hermoso es que nuestra esperanza no termina en el dolor. En Cristo, la muerte no es el final. Él nos ha prometido resurrección y vida eterna. Nos aferramos a la certeza de que nuestros seres queridos descansan seguros en los brazos del Padre celestial y que un día nos reencontraremos en su presencia.
Dios compasivo, tómanos en tus brazos y permite que en medio del dolor encontremos consuelo en ti. Te agradecemos por comprender nuestro dolor y darnos esperanza. En Jesús, Amén.