Mateo 4:18-22
EL LLAMADO QUE LO CAMBIA TODO
"Síganme, y yo los haré pescadores de hombres. Al momento dejaron sus redes y se fueron con él". Mateo 4:19-20
Imagina estar en medio de tus actividades diarias cuando de repente alguien se acerca y te dice: "Déjalo todo y sígueme". No te da explicaciones detalladas, no te asegura estabilidad ni comodidad, solo te hace una invitación radical a un cambio de vida. Esta fue exactamente la experiencia de los primeros discípulos cuando Jesús los llamó. Sin previo aviso, les pidió que dejaran sus redes, sus barcas, su trabajo y su rutina para embarcarse en una jornada de fe. No sabían todos los detalles, pero sí entendieron una cosa: seguir a Jesús lo cambiaría todo.
A veces confundimos el ser discípulo de Jesús con asistir a la iglesia o aprender sobre Él. Pero se trata más bien de un viaje transformador que requiere entrega, obediencia y crecimiento. A veces, esto implica cambios significativos en nuestra vida, como mudarnos, cambiar de trabajo o reordenar nuestras prioridades. Pero el propósito siempre es el mismo: apartarnos de todo aquello que nos impida dedicarle nuestra plena devoción.
El llamado de Jesús no es una invitación a la comodidad, sino a la transformación. Nos desafía a salir de nuestra zona de seguridad, a confiar en Él sin reservas y a vivir para un propósito mayor. Así que hoy, detente un momento y escucha: Jesús sigue diciendo: "Déjalo todo y sígueme". ¿Cómo responderás?
Señor Jesús, gracias por llamarnos a ser tus discípulos. Transfórmanos con tu amor para que te sigamos fielmente, sabiendo que estás con nosotros. Amén.