2 Samuel 15:1-6
NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO
“Esto lo hacía con todo israelita que iba a ver al rey para que le hiciera justicia, y así les robaba el corazón a los israelitas”. 2 Samuel 15:6
No todo el que habla bonito tiene buenas intenciones. Después de años de espera y resentimiento, Absalón decidió tomar el asunto en sus propias manos. Si su padre no le daba el lugar que quería, él mismo lo arrebataría. Se instaló en la plaza, en el camino que llevaba al palacio, y comenzó a hablar con la gente. No como un príncipe, sino como "uno de ellos". Les escuchaba, los abrazaba, les prometía justicia. Insinuaba que su padre no se preocupaba por ellos, que él sí lo haría. Poco a poco, fue robando el corazón del pueblo.
David, el rey sabio y experimentado, pareció no notar lo que pasaba ante sus propios ojos. La rebelión crecía, pero él no hizo nada. Así actúan los manipuladores. Hablan con palabras dulces, pero su corazón está lleno de engaño. Dicen lo que queremos oír, pero buscan algo más. Absalón no amaba al pueblo, lo usaba para sus propios fines.
¿Alguna vez has creído en palabras bonitas sin mirar las verdaderas intenciones? ¿Has permitido que alguien robe tu corazón con promesas vacías? Es fácil dejarse llevar por discursos que suenan convincentes, pero no todo lo que brilla es oro. Las palabras pueden ser un arma de manipulación cuando provienen de un corazón engañoso. Dios nos llama a discernir. No te dejes engañar por quienes solo buscan su propio beneficio. Pide sabiduría a Dios para ver más allá de las apariencias.
Gracias, Señor, porque con tu Espíritu tengo el discernimiento para no caer en la trampa de palabras falsas. Ayúdame a seguir tu verdad y no dejarme llevar por apariencias. En Cristo, Amén.