12 de junio del 2025
2 Samuel 9:1-13
LA MESA QUE LO CAMBIA TODO
“Pero Mefi-bóset, que era inválido de ambos pies, vivía en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey”. 2 Samuel 9:13
Hay historias en la Biblia que, cuando las leemos, parecen susurrarnos al corazón. La historia de Mefi-bóset es una de esas. Desde los cinco años, su vida cambió radicalmente. De ser un príncipe con un futuro prometedor, pasó a ser un lisiado sin esperanza; no solo estaba físicamente limitado, sino también emocionalmente roto. Pero entonces, algo inesperado sucede. David manda a buscar a Mefi-bóset, quien llega temblando, esperando quizás lo peor. Pero en lugar de juicio, recibe gracia. En lugar de rechazo, es recibido como un hijo. David le devuelve sus tierras, le asegura provisión, y lo invita a comer siempre en su mesa. Me detengo aquí porque esta es nuestra historia. ¿Cuántas veces hemos creído que no somos dignos de nada bueno? ¿Cuántas veces hemos pensado que nuestra condición —nuestros errores, nuestro pasado, nuestras cicatrices— nos descalifican del amor de Dios? Pero Dios es como David. Nosotros estábamos lejos, sin esperanza, sin fuerzas para llegar al Rey. Pero Él nos buscó. Nos trajo a su presencia y, en lugar de darnos lo que merecíamos, nos dio su gracia. Nos sentó a su mesa y nos hizo hijos. La mesa del Rey cambia todo. Una vez que nos sentamos allí, ya no somos los mismos. En su presencia, ya no somos exiliados, sino herederos. Ya no somos "perros muertos", sino príncipes y princesas en su Reino.
Señor, gracias porque cuando me sentía indigno, Tú me buscaste. Me llamaste por mi nombre y me hiciste tu hijo. Ayúdame a vivir cada día recordando que pertenezco a tu mesa. Amén.
Tenemos la gran alegría de presentar a nuestros lectores el Cada Día de junio de 2025. Durante este mes, hablaremos de los altibajos de la vida de David, rey de Israel. El hombre conforme el corazón de Dios, ungido por Dios, pastor de ovejas, compositor de salmos, arpista, guerrero y conquistador, después de alcanzar la cima del poder, se desliza desde la cima de la pirámide hacia las profundidades del pecado. David codicia a la mujer de su prójimo, comete adulterio con ella, miente a su familia, engaña a la nación, mata al marido de la mujer, se casa con la viuda y disimula ante todos. David ve cómo su familia se desintegra, su reino se debilita y su vigor se agota. Pero David se arrepiente, llora, confiesa su pecado y recibe el perdón de Dios. David convirtió sus penas más profundas en salmos de lamento y sus alegrías más puras en salmos de alabanza. Leamos ahora sobre los altibajos de este hombre llamado “el dulce salmista de Israel”.
Hernandes Dias Lopes
El Rev. Lopes está casado con Udemilta y viven en Sao Paulo Brasil en compañía de sus dos hijos. El pastor Hernandes viaja alrededor del mundo para predicar y enseñar la Biblia.