25 de mayo del 2025
Hechos 2:1-21
PENTECOSTÉS
"Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños".Hechos 2:17
Hay un viejo refrán que dice que "las acciones valen más que mil palabras". Todos hemos conocido personas que parecen reflejar el fruto del Espíritu de manera natural. Su bondad, amabilidad, alegría y paciencia son evidentes, y su forma de vivir atrae a otros. Sin necesidad de discursos elaborados, su testimonio es claro, y Dios les da oportunidades para compartir su fe. Otros, quizás más en silencio, interceden fielmente en oración, pidiendo que el reino de Dios avance en el mundo. Cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos en aquel día de Pentecostés descrito en Hechos 2, les dio la capacidad de hablar en diferentes lenguas para que el mensaje del evangelio llegara a muchos. Hoy, ese mismo Espíritu sigue capacitando a los creyentes, guiando nuestras palabras y acciones para ser testigos efectivos de Cristo. Más allá de recordar Pentecostés como un evento histórico, estamos llamados a vivirlo en nuestra vida diaria. El Espíritu no solo nos llena, sino que nos transforma, dándonos poder para reflejar el amor de Dios en lo que hacemos y decimos. Se manifiesta cuando nos impulsa a servir a quienes nos rodean, ya sea ayudando a un amigo en necesidad, mostrando amabilidad a un desconocido o compartiendo el evangelio con alguien que busca esperanza. A través de nosotros, Dios sigue construyendo su reino.
Padre celestial, gracias por el don del Espíritu derramado en nosotros. Ayúdanos a vivir con el poder del Espíritu hoy y todos los días. En el nombre de Jesús, Amén.
Jesús llama a sus seguidores a dar frutos espirituales. En cierto modo, dice, que podemos hacerlo como una vid cuidada con esmero da fruto para un jardinero, y esto será para gloria de su Padre. Como los sarmientos de una vid, no podemos dar fruto por nosotros mismos, pero si permanecemos unidos a Él, su vida permanecerá en nosotros y seguiremos dando fruto (Juan 15:1-8). Este mes nos centraremos en los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23). Por medio del Espíritu Santo, que nos mantiene conectados al amor vivificante de Cristo, podemos producir frutos que glorifican a Dios de todas las maneras posibles, y en una abundancia que no podríamos imaginar. Y a medida que nuestras vidas se vuelven más fructíferas, somos atraídos a una comunión más dulce con nuestro asombroso y trino Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
George Koopmans
George Koopmans es capellán en el Medicine Hat College en Alberta. Fue pastor de una congregación en Minnesota (Luverne) y otra en Medicine Hat. George y su esposa, Emily, tienen cuatro hijas adultas y tres nietos.